De purita casualidad descubrí este café encantador y original situado muy cerca del Palacio de Belvedere, en Wiedner Gürtel 4, 1040 Wien, Austria.
Buscaba hacer tiempo al tener problemas con mi entrada al palacio cercano de Belvedere y me encontré este hallazgo insólito.
Por fuera llama la atención el color azul de la fachada del edificio en el que se encuentra.
Traspasas la puerta y la sorpresa aparece en forma de un ascensorista que lleva los cafés a las mesas vestido con uniforme azul.
Si te fijas más detenidamente, entonces descubres dos cabinas antiguas de madera de ascensores de principios del siglo XX que han sido restauradas con mimo y esmero.
Han colocado en su interior unos asientos forrados de terciopelo y una mesita redonda de velador.
Costaba elegir acompañamiento dulce pues todo tenía una pinta estupenda:
Al llegar al café estaba todo ocupado, así que me coloqué en una barra con taburetes que daba al ventanal de la calle.
Enseguida llegó mi matcha latte con un trozo de bizcocho de mármol al chocolate exquisito.
Cuando se quedó libre una mesa pegada a la pared me avisaron para que me sentara.
Así pude contemplar tranquilamente todos los detalles del bonito café.
Desde una máquina de escribir antigua hasta cuadros, láminas, un aparador antiguo...
Un sitio precioso con ambiente tranquilo y cálido, música suave y el olor de un delicioso café suspendido en la atmósfera.
Su baño también con aire retro total:
Y al salir al exterior, una calle muy colorida que contrasta con con edificios modernos en la otra acera en los que se reflejaban las casas de colores.
Unos instantes maravillosos que quería compartir con vosotras.
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