Acudimos un grupo numerosos de mujeres de la familia a comer allí un día de diario. Estaba abarrotado, buena señal.
El restaurante se localiza en la Gran Via de les Corts Catalanes, 442e, L´Eixample, 08015 Barcelona.
Su cocina la definen como catalana de mercado y lleva abierto ininterrumpidamente desde 1872. Una barbaridad.
Nos sentamos al fondo del comedor, muy tranquilas y cómodas.
Cuentan con una bodega muy surtida de vinos de todo el mundo y que ha sido premiada en el certamen CartaVi de Catalunya.
Pedimos un vino blanco llamado TIKITAKA:
Empezamos con Buñuelitos de bacalao (2,8 unidad) que nos supieron muy caseros y ricos:
Los Calamares a la romana (17,90 €) aparecieron a continuación:
Una Ensaladilla rusa de langostinos (18,50 €) fue el último entrante, todos acompañados de pan con tomate.
Cada una luego pidió su segundo plato. Yo me decidí por un plato catalán de mar & montaña, las albóndigas de sepia con setas (17 €). Estaban delicadas y deliciosas.
También pidieron Sesitos de cordero a la romana (16,5 €), Tartar de lubina, langostinos y huevas de salmón (23,90 €):
Tronco de merluza del Norte con ajo y guindilla (26,90 €) o merluza al vapor con verduritas (23,90 ):
El Steak Tartar (25 €) fue otro de los platos:
Todo estaba de primera. Sabores clásicos, reconocibles con ingredientes de calidad.
Tomamos postres típicos de Cataluña como la Crema Catalana:
Y un queso con mermelada y galleta :
La sobremesa se alargó con el café con el detalle de los dulces:
Una comida fantástica en la buena compañía de las tías de Segovia que son tan generosas y divertidas.
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