Esta taberna a la antigua usanza en la que parezca que se ha detenido el tiempo es un clásico en Malasaña.
En la C/ San Andrés, 4, Centro, 28004 Madrid te encontrarás con este lugar en el que empezar el aperitivo o el tardeo en el barrio más vibrante de Madrid.
Llevan abiertos desde 1929, así que en cinco años ya serán centenarios.
Creo que el nombre de Camacho es por su dueño, que era un miliciano republicano . Ahora lo llevan unos hermanos que estuvieron con él tras la barra durante muchos años.
No ha cambiado nada: todo original con sus tinajas de vino, su pared de azulejos y sus espejos para agrandar ópticamente el local y no perderse nada de los parroquianos, su barra grande y mucho sitio para estar de pie.
Allí se va a tomar un `Yayo´ o vermouth con un toque de ginebra y seltz. Aunque hace años que lo frecuento, hoy me pareció más suave la bebida, parecía que era sólo vermut con gaseosa.
El nombre de Yayos venía de los años 80 de la movida madrileña y así lo bautizaron en esa época al ser una bebida para abuelos (yayos) por estar rebajado el vermut.
Te ponen una tapa con el yayo. En nuestro caso una tosta mini con queso azul.
Pedimos una gilda también para acompañar el vermut.
Son amables al punto, es decir, lo justo. Ni mucho ni poco.
En cualquier caso, un lugar mítico y curioso en Madrid.
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