Es una maravilla pasar la tarde en los bares rodeada de familia y amigxs con los que conversar tan gratamente (como decía `Gabinete Caligari´en su famosa canción).
El encantador Jordi nos recibió en su alegre, cañera y canalla casa en la que te sientes como en la tuya propia. En la C/ Provença, 85, 08080 Barcelona, en pleno Eixample, la parroquia hace cola para entrar antes de la apertura.
Sus patatas bravas han sido declaradas por varios entendidos como las `Mejores de Barcelona´ y por eso, hay que ir a probarlas para corroborar si es así o no.
Siempre hay fila para entrar, por lo que mejor que vayas temprano.
El ambiente es joven, desenfadado y alegre. En una pizarra en la pared puedes leer su amplia propuesta de la que te dan ganas de pedir todo, todito.
Las Bravas con salsa brava genuina, ali-oli y un punch de pimiento verde son magníficas:
También pedimos Croquetas de varios gustos:
Y unos calamares fritos riquísimos:
Varias vueltas de cervezas, bravas y vermuts después nos fuimos a casa tan contentas.
Veredicto: ¡Comprobado que sus bravas sublimes son de 10!
Gracias Antonio por llevarnos e invitarnos a disfrutar de una tarde magnífica de bar y risas.
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