En Madrid ya se sabe que la rotación de restaurantes es inmensa y que hay que ganarse a un público que no es muy leal. Es tanta la oferta que, si no te convence algo de un local, puedes ir a otro similar sin notar apenas el cambio.
En una buena ubicación como la C/ Montesquinza, 15, Chamberí, Madrid 28010, se encuentra este local bonito con unas mesas en la puerta (con sus mantas en invierno por si sientes el frío).
Quedamos un grupo de seis amigas con nuestras parejas y nos colocaron en una mesa redonda estupenda para buenas conversaciones.
La decoración es efectista: neones de impacto, guiños modernos y étnicos, cocina vista y luces indirectas.
La carta tiene un montón de platos con más carga asiática (currys y thai con baos, rollitos vietamitas y gyozas) y con algunos americanos como los tacos y el arroz chifa.
Pedimos un poco de todo al centro de mesa. En las mesas no hay manteles (muy común últimamente en las mesas madrileñas, detalle que a mi personalmente no me gusta) y servilletas de papel.
Empezamos con croquetas thai de carabineros al curry:
Curry de verduras que acompañan con arroz blanco:
Y curry rojo de carrilleras muy rico:
Los rollitos vietnamitas con salsa de vinagre de arroz y agridulce:
Y los tacos de pollo y de atún rojo:
El arroz Chaufa fue otra de las opciones:
De postre cuchareteamos un helado de chocolate con chile y u brownie de chocolate con helado de vainilla.
Cenamos bastante bien y con el 20% de El Tenedor nos salió a un precio nada desdeñable de 22 € por persona.
Personal muy amable y ágil que atendía de maravilla.
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