Los patios cordobeses son una herencia de la cultura islámica. En las casas islámicas, el especio importante de una casa es el interior descubierto que consiste en el centro de la vida familiar.
Se puede ver cómo los palacios con aire árabe mantienen estos lugares descubiertos con iluminación, ventilación, frescor y paz.
Los patios de Córdoba mantuvieron esta característica después de la conquista cristiana.
Como la temperatura de la ciudad lo permite, siempre están engalanados con una cantidad infinita de macetas con flores y plantas, así como arriates, fuentes o pozos.
Nosotras visitamos cuatro patios después de una tormenta primaveral, así que, se sentía aún más la humedad y frescor que aportaba el agua recién caída.
Las entradas se pueden comprar en la C/San Basilio, 44, 14004 Córdoba.
Otros patios son visitables de forma individual previo pago de una cantidad no muy grande.
Muchos de estos patios también incluyen mobiliario y enseres domésticos de otros tiempos.
Esto les proporciona aún más encanto, si cabe, y hace de la visita un viaje a otras épocas.
Debe ser una maravilla vivir aquí en este remanso (cuando no haya visitas turísticas, claro). En una casa hay hasta alojamiento.
Existe una clasificación de los patios en dos grupos singulares:
- Patios monumentales y señoriales: pertenecientes a palacios o mansiones de la aristocracia local o a importantes monumentos religiosos. Como ejemplos característicos están el Patio de los Naranjos, el de la Sinagoga, el santuario de la Fuensanta o los doce patios del Palacio de Viana.
- Patios de concurso se denominan aquellos que han participado en el concurso municipal desde su inicio en 1921 hasta la actualidad. A su vez, hay dos clases en el certamen. Los patios de arquitectura antigua (hasta los años 60 del pasado siglo) y los de arquitectura moderna o renovada.
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