Cuando pasas por delante de esta preciosa fachada de azulejos pintados a mano del siglo XIX, no puedes resistir hacer una foto e inmediatamente entrar a tomar algo.
La terraza es chulísima e invita a quedarse en esta calle peatonal de Manuel Fernández y González, 7, 28014 Madrid, detrás del Teatro Español, pero dentro también tienes una barra como las de siempre y un piso tras subir unos pocos escalones en el que hay otra barra y un salón con silloncitos y mesas bajas en las que quedarte a vivir.
La taberna opera desde 1856, pero en 1918 su andadura comenzó a ir de la mano de Diego Cabrera, el famoso bartender argentino.
El local que ahora pertenece a Salmón Gurú (nombrado en las listas de "Mejor Barra del Mundo") pretende innovar en el concepto non-stop de desayuno o café, aperitivo con vermout o cerveza y cócteles por la tarde/noche con propuestas de cocina moderna.
El aperitivo está fantástico. Pedimos dos vermúts (4 € cada uno) que te sirven con patatas fritas a la inglesa y una pizca de pimentón:
Nos antojamos de sus croquetas de cochinillo al estilo Saam que se sirven en forma de Bao con lechuga para agarrarlas (3.80 €) y que estaban rabiosamente ricas:
La ensaladilla rusa ahumada (con salmón ahumado) y servida sobre un lecho de tapenade o salsa de anchoas y aceitunas es otra opción para el aperitivo (8€):
Mirad la chulada de los baños, con su neón de reclamo:
Buen ambiente, buen aperitivo, buenos cócteles que otro día probaremos y un sitio precioso. Ya sabes, imprescindible en tu visita a Madrid.
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