En nuestra primera noche portuense hicimos una reserva en este restaurante para cenar tranquilos en un buen lugar, no muy concurrido, con cocina tradicional portuguesa y buen precio.
A través de la plataforma de El tenedor encontramos este local con buenas reseñas (aunque no tenía descuento) y reservamos sin dudarlo.
El restaurante abrió en 2015 y se encuentra en un edificio de más de 100 años en la Rúa do Conde de Vizela 14, 4050-639 Porto, Portugal.
No teníamos mucho apetito pues habíamos comido ese día la mítica francesinha, así que, optamos por un pequeño picoteo para compartir con una copa de vino.
Empezamos con unas empanadillas o rissois de bacalao (7,5 € dos unidades)
Luego compartimos un carpaccio de bacalao ahumado con polvo de aceitunas (10,9€) que estaba delicioso:
Terminamos con unas almejas al estilo Bulhao Pato con cilantro y vino blanco (8€), rica la salsa, pero las almejas tenían mucha arena:
Acompañamos con un vino rosado o clarete del Douro.
El servicio amabilísimo, pero un poco lento porque estaban saturados de clientela. No teníamos prisa alguna. Muy agradable la cena.
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