El día de la madre nos acercamos a comer a este restaurante sencillo y chiquitito con encanto en la C/ Hartzenbusch, 9, 28010 Madrid en el corazón de Chamberí.
Aquí podéis probar la cocina italiana más genuina reflejada en una carta repleta de especialidades de pasta y pinsas (pizzas romanas).
Bacaro es como se denomina a las tascas típicas de Venecia y realmente aúna la cocina tradicional italiana de la nonna con el puntito sofisticado que ahora se impone.
Comenzamos tomándonos un vermut italiano con una tapita de mortadela italiana.
Abrimos boca con un tartar de vaca con crema de burrata trufada espléndido (17,50€):
Y una pinsa de jamón coppa con Gorgonzola (16 €) que auguraban un buen comienzo:
Luego vinieron las pastas: la carbonara genuina muy bien realizada (15,50 €)
La Cacio e peppe con queso y pimienta recién molida (14,50 €) como homenaje al plato romano:
Los paccheri al ragú (16,50€), una pasta napolitana rellena de un ragú de carne cocinado más de tres horas con un saborazo increíble:
Y los Fetuccine al vodka con salmón (17,00 €) como homenaje al cosaco:
Todo nos gustó muchísimo. No quisimos dejar de probar los postres para rematar tan suculenta comida.
La tarta de Tres Quesos con queso crema, parmesano y gorgonzola (6,5 €) y la Crêpe de pistacho (4,90 €) no nos defraudaron:
Una magnífica comida con un Montepulciano DÁbruzzo (17 €) y en un entorno muy cercano y amable.
Nos invitaron incluso a la tarta de queso para que fuéramos otro día. ¡Lo haremos!
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