Siguen abriendo locales monotemáticos para explorar un ingrediente, un plato o una pieza de bollería y llevarlo a su máxima expresión.
El problema aparece cuando tienes tantas opciones donde elegir que te pierdes en el surtido. Eso nos sucedió cuando fuimos a conocer las palmeritas de chocolate, de las que nos declaramos absolutos fan, y que tan buenos ratos nos hicieron pasar en nuestra infancia.
En la recientemente abierta tienda de Chueca, en la C/ Gravina, 3, 28004 Madrid, tienen quince sabores de palmeras a elegir entre: sucrée o azucarada, pistacho, lacasitos, Tokio, puro chocolate, frambuesa, abuela pepita, au citron, tarta Sacher, Tiramisú, fresa, caramelo, cacahuete, hawaii y la orangette de naranja. Es difícil elegir.
Nosotros sólo probamos nueve de esos sabores. Ellos llevan a gala y en su slogan lo tienen: ES CRUJIENTE, ES ARTESANAL.
Es la verdad. Son crujientes, con buen hojaldre en capas y caramelizadas y con un buen bañado de sus toppings. Son artesanales porque las elaboran y hornean a diario y no llevan conservantes ni colorantes.
Es cierto que Madrid ayuda a mantener un hojaldre crujiente gracias a nuestro clima poco húmedo, pero eso no quiere decir que las palmeritas estén secas. En absoluto.
Mis favoritas en la primera cata: pistacho (aunque la capa es de chocolate blanco tiene granillo de pistacho por encima), caramelo con un toque de sal , Tokio con chocolate de Yuzu y semillas de sésamo negro (exquisita) y tiramisú por el intenso sabor a café.
El precio: 1,4 € por palmerita. Quizás un poco caras para el tamaño que tienen.
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