En 1920 se encontraba en este lugar la Taberna del cojo de San Nicolás, pero no fue hasta 1932 en que ya se la empezó a conocer como "Casa Rubio", por ser el rubio José María Jiménez Márquez el nuevo dueño.
Aquí, en plena entrada a la Judería, tras pasar el umbral de la Puerta de Almodóvar, encontramos el edificio original, restaurado y traspasado en 2001, fecha en que entra a formar parte del grupo hostelero al que pertenece Casa Pepe de la Judería.
Tiene terraza y azotea y unos comedores muy chulos, decorados con gusto. Nosotros estuvimos en el comedor interior picando algo para la cena.
Comenzamos viendo la carta mientras nos sirvieron un Fino en Rama Pérez Barquero (2,8€) y un Valgas Rubio, es decir, un tinto de VALdepeñas con GASeosa (mejor dicho con limón) en formato tanque a 3,50€.
Pedimos media ración de Ensaladilla rusa con pulpo y pimentón (9,50€), que podéis apreciar en las fotos superiores.
Y también media ración de salmorejo cordobés (7,50€):
Luego nos lanzamos a su famoso Flamenquín cordobés con virutas de queso y patatas fritas (13,50€):
Estaba todo riquísimo. Para rematar tan buena cena, acabamos con una Tarta de queso artesana (6,5€) con una infusión de poleo y descafeinado:
Todo estupendo, el servicio amable, aunque a veces un poco despistado. ¿Alguna pega? Sí, me molesta que no pongan los precios con el IVA incluido, que luego encarece la cuenta final.
La cuenta fue de 51 €, que me parece un poco cara para lo que comimos entre dos personas y teniendo en cuenta que había dos medias raciones.. Quizás estén un poco inflados los precios, pero el lugar y la comida estaban de primera.
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