Casa Julián De Tolosa O La Excepcional Chuleta También En Madrid

Es genial poder viajar con el paladar sin necesidad de trasladarte al sitio originario. Eso es lo que ocurre con esta emblemática casa vasca que se trasladó a Madrid  desde Tolosa y nos trajo las brasas y los pimientos al foro para deleite de los que por aquí pacemos.

Los hermanos Gorrotxategui dominan las brasas y lo demuestran. Iñaki es el alma máter de la casa del bulevar de Ibiza al que nosotros fuimos.

Reservamos una semana antes de ir a comer y ya nos ubicaron en el bar cercano El Marginal pues no debían tener sitio en el asador principal decorado por Lázaro Rosa Violán.




















Estuvimos muy a gusto y fuimos temprano, para saborear mejor sus productazos y disfrutar totalmente de la experiencia.











La carta no es extensa, pero tampoco es necesario. Mejor es bordar tus especialidades que no querer abarcar demasiado y dispersarte.










Nos recibieron con un pan de hogaza espectacular, caliente y crujiente con buena miga, y unos trozos de chistorra de aperitivo con la particularidad de que pusieron además de la clásica otra variedad verde con piparras. Esto empieza muy, muy bien.











Empezamos con un Carpaccio de vaca frisona con virutas de foie que estaba de escándalo. Quizás estaba un pelín salado, pero el sabor era tan potente y a la vez delicado que nos flipó:

No podíamos dejar de pedir los Puerros a la Plancha con queso del Roncal. Otra delicia inenarrable. Nos contaron que primero los hacen a la parrilla, luego los pasan al horno para que se cocinen por dentro a baja temperatura y luego a la plancha.

Los chicos que  son carnivorines se lanzaron a la Txuleta de vaca madurada veinticinco días y que hacen a la parrilla sin preguntar, por supuesto, el punto de la carne.

La sirven ya cortada y en dos piezas para que no se pase el punto. Estaba buenísima, con una carne que era pura mantequilla y cargada de sabor.

Los viejos nos conformamos con unos bocaditos de bacalao de Feroe rebozados que estaban muy ricos.











Todos ellos acompañados de sus fabulosos pimientos de piquillo asados con ese punto caramelizado:

Yo siempre me reservo a los postres y aquí eran de calidad. Me encanta el Gateau Basque o pastel vasco:

También probamos la Cuajada de leche de oveja lacha con receta de Matías Gorrotxategui y el flan de queso que también estaba delicioso.

Acompañamos tan excelso menú con un vino del Bierzo buenísimo, el Ultreia Saint Jacques.

¿El precio? Acorde al producto y a su preparación: ronda los 50-60 € por persona. Un homenaje para darse de vez en cuando o en momentos especiales.

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