Es maravilloso disfrutar de un desayuno al aire libre, si la temperatura lo permite, y poder comenzar el día con un buen café y algo de más enjundia como una barrita de pan con tomate o una pieza de bollería.
Eso fue lo que hicimos en Careme de Aranjuez, al ladito del Palacio Real (Avda de Palacio 2, 28300 Madrid) en una mañana agradable de octubre y con las vistas magníficas al Palacio y Jardines de Aranjuez.
En el soportales del Patio de Caballeros, donde se ubica el restaurante en dependencias anejas a Palacio, en un edificio del siglo XVIII, nos sentamos a disfutar.
El pan que pedimos para la barrita con tomate rallado está elaborado por ellos mismos y aliñado al momento.
El croissant casero, también recién horneado, estaba poco hojaldrado, pero tenía un sabor intenso a mantequilla y nos supo riquísimo:
El café muy bueno, aunque no tenían leche vegetal. El precio es alto (9€ por los dos desayunos), pero alta calidad y entorno que hay que pagar.
Recomendado por la Guía Michelin y Repsol, habrá que acercarse algún día a probar la cocina de Jesús del Cerro.
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