El Doncel De Enrique Pérez O La Alta Cocina En Sigüenza (Guadalajara)

Esta singular escultura con forma de árbol es el comienzo del menú Bocados con sabor a mi tierra con el que comenzamos una fabulosa comida con una estrella Michelin y Dos soles Repsol de la mano de Enrique y Eduardo Pérez.

En el Paseo de la Alameda, 3, 19250 Sigüenza, Guadalajara, en el bellísimo pueblo alcarreño lleva varias generaciones sirviendo comidas este restaurante El Doncel. Cuando salió Enrique a preguntarnos "¿Qué tal todo?" en varias ocasiones, sobre todo después de los postres entablamos una conversación que muestra la cercanía y amabilidad sin impostura del chef.

Una moneda al aire decidió en 2001 quién de los dos hermanos Pérez se dedicaría a la cocina y quién a la clientela. Enrique se quedó en los fogones y Eduardo atendiendo magníficamente la sala.


Mientras tomamos su vermut artesanal miramos qué menú elegir. Los dos se llaman VUELTA AL ORIGEN... 2021 y comienzan por Bocados con sabor a mi tierra, pero uno es el corto (76€) y otro el largo (116€). 

Delicioso vino blanco de la zona
Escabeche de zahahoria y caballa encurtida


Como inicio del menú nos pusieron ese precioso árbol metálico en el que colgaban un Chip de morcilla, Crujiente de picadillo, papel de setas y un Bombón de queso de cabra y romero asentado en el nido. Lo mejor: el bombón seguido del crujiente de morcilla.


En el resto del menú dan dos opciones a elegir, así que, pedimos las dos y compartimos todos los platos. Los entrantes fríos tenían como opciones el Escabeche de zanahoria y caballa encurtida y el Tartar de trucha, sisho y tocino veteado, que preparan con soplete delente del comensal.

De entrantes calientes la Yema, tallos, raíces y setas y el Caldo Dashi de hinojo y algas. Todo exquisito:


En el apartado de pescados probamos los Lomos de corvina, pepitoria de trigo y trigueros y el plato estrella de la casa, para mí, Bacalao, callos y pil pil de azafrán (se me olvidó hasta hacer la foto):



Las deliciosas Carnes eran el Cabrito meloso, miel y romero y la sublime Albóndiga de corzo y arroz negro de hongos:




Las carnes las acompañamos con otro vino, servidos por copas que resulta muy agradable para así probar varias etiquetas (6 € la copa).


Llegamos a los postres con el Chocolate y plátano, una recreación del famoso bizcocho borracho de Guadalajara empapado en chocolate y Pasión, coco y wasabi en forma de quenelle.


Terminamos con los pequeños dulces caseros  (macaróns, gominolas y nubes) y el café.


Todo perfecto. No se puede poner absolutamente ninguna pega. Si acaso, unos tiempos un poco largos entre plato y plato, pero íbamos a disfrutar y sin prisas. El vino, en cualquier caso,  nos ayudó en los ínterin.



Gracias Enrique y Eduardo por vuestra atención, amabilidad y simpatía. Por la cocina y la experiencia, obviamente satisfechos. 






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