Gran Clavel O La Vermutería De La Gran Vía

 


Hay sitios que son como un libro que te atrapa por la portada: un envoltorio genial, un título atractivo... Y te lanzas a leer con avidez y descubres que la historia no te engancha, que algo falla. 

Eso nos pasó con el Gran Clavel, nos gustó mucho el amplio local desde fuera y quedamos con una amiga para ir al teatro después. Al no tener tiempo por el toque de queda para picar algo tras ver la obra, decidimos tomar algo para ya ir cenados a casa.

La ubicación en plena Gran Vía madrileña, en el número 11, es espectacular. El local con sabor a bar de antaño pero en plan más fino te atrapa:

Las mesas con vistas a la calle están muy separadas, guardando las distancias de seguridad:

Pedimos unas croquetas de cecina y de queso Idiazábal y una tabla de quesos, todo ello regado con un vino blanco Luis Cañas (a 4,5 eurazos la copa):

Las croquetas estaban ricas, correctas. Nada que objetar, pero la tabla de quesos era escuálida y te acompañaban con unos trocitos de pan minúsculos. 

Me pareció muy caro todo. Creo que debe estar planteado para turistas y de ahí viene la clavada. 

Deberían replantearse la clientela y por ello bajar un poco más los precios. En tiempos de pandemia no todo vale...



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