Rufus O La Honesta Cocina Mediterránea-Barcelonesa (Cerrado Definitivamente)


En pleno corazón de Barcelona, en la C/Roselló, 172, en el Eixample, puedes tener una experiencia gastronómica de primera.

La ventaja de Barcelona es que su cercanía al mar hace que tenga unos pescados súper frescos. Eso, combinado con los productos mediterráneos propios, convierten a su cocina en un referente de calidad. 

El lugar está decorado con gusto, con unas paredes como si miráramos dentro del mar, bajo un microscopio:



Su cocinero, Luis Pintor,  es absolutamente encantador y se volcó con nosotros. Nos recomendaron platos y nos invitaron a una ración de tarta de limón final por su cumpleaños.


Su carta tiene un apartado de entrantes, llamada De capricho para socializar. No os perdáis su deliciosas Bravas Rufus (5,90 euros), primero cocidas con su piel, luego fritas y después napadas con la salsa brava de tomate y la salsa ali-oli. De escándalo.


También imprescindible es la Ensaladilla rusa 2019 (7,90 euros), con cebolla roja encurtida:


Los mejillones a la brasa con romero y tomillo (9,90 euros) nos encantaron:


Como mis hijos son unos "carnivorines"  se detuvieron en el apartado Carnaca de la buena y se apretaron entre los dos un Chuletón de frisona DRY AGE en seco 40 días con escalibada y piparras (52 euros):


Los viejecitos de la casa somos más frugales, así que, el jefe pidió un Wok de pechuga de pollo de corral con verduras de temporada con soja y sésamo (15,50 euros):


Y yo me rindo ante unos Huevos a baja temperatura, patata confitada al romero, foie, jamón y aceite de trufa negra (12,20 euros):


Todo ello acompañado del irrenunciable pá amb tomaquet de los restaurantes catalanes a todos nos gusta.

Como estábamos muy llenos, sólo pedimos una Cheesecake casera para cucharetear entre todos y, como os dije, Luis nos invitó a un trozo de tarta de limón merengada:


Los baños de los restaurantes me flipan, ya sabéis los que me seguís. Me parece importante no descuidar este espacio del local. En este caso se han esmerado en hacer unos baños impresionantes. Tanto como que desde el baño se puede ver la sala sin que os vean a vosotras!


Un lugar con mucho encanto y en el que se come de fábula. Además, reservando con El tenedor pudimos beneficiarnos de un 30% que no está nada mal.

Absolutamente recomendable: ***

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