Gerbeaud Café O El Cosmopolita Café De Budapest


Cómo me gustan los cafés clásicos, centenarios, donde el tiempo parece que se ha detenido. Donde el olor a café y dulces te transporta a la niñez. Donde la decoración elegante y decadente te hace viajar al tiempo perdido.

Eso me pasó al traspasar las puertas de Café Gerbeaud en Budapest, Vörösmarty 7-8. Ubicado en el mismo emplazamiento desde 1858, fecha en que Henrik Kugler lo inauguró, mantiene su solera desde entonces.


El nombre del café se debe al socio de Kugler, Gerbeaud, un maestro repostero de raíces suizas que fue luego el heredero del fundador.


El café era un emblemático lugar de reunión social entre la aristocracia de la época y la propia emperatriz Sissi era una de las clientas asiduas del café.


Ocupa un espacio enorme, con amplios salones de techos altos con mobiliario a tono, mesas veladores de mármol y menaje a la altura del lugar.

En los años comunistas, fue el Estado el que se hizo cargo del Café y tomó el nombre de la plaza en la que se ubica. En 1984, regresó el local de nuevo a la familia Gerbeaud, que lo acondicionó convirtiéndolo en un lugar histórico de peregrinaje para turistas y viajeros.


Nosotros queríamos probar sus famosas tartas y, por eso, pedimos un surtido de las más emblemáticas. Los precios son elevados, pero su pasado aristocrático y real se impone.


El plato contenía la tarta Gerbeaud, la posción central de chocolate con praliné de avellanas y mermelada de melocotón; el pastel Dobos, creado para el emperador Francisco José y su esposa Sissi en 1884 y y la tarta Estherházy, la primera a la izquierda, con capas de crema de avellanas con vainilla y brandy y con una cubierta de fondant.


Fijaos la suntuosidad de sus salones y los expositores de las tartas y dulces, que parecen más bien joyas que pasteles.


Esta es la bollería que sirven: brioches, croissants, scones de tres quesos...



Si vas a Budapest es una visita obligada, aunque sólo sea a tomar un café. Relájate en sus elegantes y decadentes salones, cierra los ojos y trasládate a la época de Sissi...


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