Desde finales del siglo XIX en el número 20 de la céntrica calle de Floridablanca, en San Lorenzo de El Escorial ofrece hospedaje este establecimiento hotelero con cafetería antigua.
Nos acercamos a desayunar en un frío día de febrero para luego dar un paseo por el precioso pueblo madrileño.
En sus orígenes fue una fonda, pero fue Isidro Miranda quien decidió convertir la antigua casa de Comediantes del cercano teatro en un negocio de hospedaje.
Una de sus primeras huéspedes fue Isabel II, que pasó una noche en el hotel camino de su destierro pues no podía dormir en las habitaciones del cercano Monasterio.
A comienzos del sigglo XX cambia de dueño y de nombre, pasándose a llamar Miranda & Suizo por el origen de la nueva familia propietaria.
Desde hace más de 20 años despachan su famoso Desayuno Miranda, que es un humeante chocolate a la taza con picatostes recién fritos.
Los picatostes son unos trozos alargados de pan frito, como si de torrijas sin leche se tratara, que se preparaban para aprovechar las sobras del pan.
Estaba delicioso. A mi me transportó inmediatamente a la infancia, cuando mi madre los preparaba de merienda en las tardes invernales y luego los espolvoreaba con azúcar.
El café estaba abarrotado. Tiene un aire decadente absolutamente encantador. También tiene salones a la antigua usanza.
Un lugar que te traslada a tiempos pasados. Imprescindible en San Lorenzo del Escorial.
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