¡Qué placer produce tomarse un café por la mañana en un lugar acogedor! Este café en medio del pueblo asturiano de Arriondas es un clásico de la localidad y estaba lleno de parroquianos/as tomándose el cafelito matutino.
Además de la cafetería también tienen un espacio de pastelería en el que comprar deliciosos bollos o pasteles.
El dueño, además, paseaba por las mesas invitando a un pinchito de tortilla recién hecha (no tengo foto).
Mariví y yo nos comimos una bomba de crema y un milhojas, también de crema, que estaban buenísimos:
No pude evitar comprar unos dulces para el postre de la comida, pero es que mirad qué mostradores repletos de delicias:
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