Italia siempre es un museo en cada esquina. Cada paso que das por sus calles y plazas contiene, al menos, un edificio histórico, iglesia, palacio o casa noble.
En la Iglesia de Santa María della Pace se encuentra el claustro del célebre arquitecto renacentista Donato Bramante.
El cardenal Oliviero Carafa le propuso a Bramante -eterno rival en arquitectura de Miguel Ángel- crear este elegante claustro de planta cuadrada en el año 1500.
El claustro es de una belleza y armonía indescriptibles.
Tiene dos órdenes superpuestos con arcadas de cuatro arcos a cada lado con pilares decorados en orden jónico.
El techo está abovedado y la logia superior es de estilo compuesto con pilares y columnas corintias alternas sosteniendo un dintel plano.
En la base de cada pilar de la galería hay asientos que pudieron ser ocupados por monjes (ahora te puedes sentar a tomar algo ahí).
En las paredes del pórtico de la planta baja se conservan monumentos sepulcrales de finales del siglo XV y frescos de la vida de la Virgen María.
Quién podría pensar que cinco siglos después este magnífico espacio serviría para albergar exposiciones y actividades culturales que conviven perfectamente con la arquitectura antigua.
En nuestra visita a la ciudad estaba en marcha la exposición FLOWERS: Dal Rinascimento all´intelligenza artificiale (hasta enero de 2026).
No entramos a verla pues era tarde y quedaba sólo media hora para el cierre, pero pudimos contemplar la muestra permanente con la decoración en suelos, paredes, techos, cortinas y otro mobiliario de miles de flores.
En la cafetería/bistrot puedes tomarte algo. Nosotros nos sentamos en el Hall de las Sibilas.
Las paredes, las tapicerías, los techos... todo está forrado con telas y papaeles de flores.
Un espacio redecorado por "Fallen Fruits" en 2021 llamado "Trappola d´Amore a Pleasure Place" inspirado en el fresco de las sibilas de Rafael situado en la cercana iglesia de Santa Maria della Pace.
Pedimos unos Aperol Spritz ® y nos quedamos a descansar y deleitarnos con tanta belleza en un lugar que viaja desde el pasado al presente.
También hay otro espacio con cacerolas e instrumentos de cocina chulísimo.
Puedes tomar algo de comer, dulce o salado:
Puedes pasear por la galería, llena de flores y plantas:
También hay neones, tienda y partes de la exposición. Todo ideal.
La escalera de subida al primer piso con la galería y el café es una pasada:
No te cansas de hacer fotos de tantos rincones preciosos y coloristas.
Me parece una intervención espectacular y en la que conviven el arte antiguo y contemporáneo con armonía.
Visita en febrero de 2025.
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