Es una maravilla recorrer las estancias de un lugar cargado de mucha historia y que ha sentido las pisadas de tantas personas a lo largo de los siglos.
En el corazón del casco histórico de Viena, en la Kohlmarkt 14, 1010 Wien, se encuentra este magnífico café con las tartas y dulces más deliciosos de Viena.
Desde sus inicios en 1786 este café y pastelería gozó de la confianza de la realeza y aristocracia austríaca.
Ludwig Dehne se establece en Viena y abre su panadería-pastelería en la que despacha dulces, caramelos, bollitos y otros productos de confitería.
El chocolate caliente que saboreaban sus clientas de la alta sociedad vienesa y las tartas, artísticamente decoradas, que lo acompañaban se hicieron muy famosos en la época.
En 1857, su hijo August vende la tienda al primer ayudante Demel y de ahí toma el nombre actual.
Se trasladan en 1888 a su emplazamiento actual cerca del Palacio de Hofburg y se convierten en la confitería favorita del Kaiser Francisco José y la emperatriz Sissí.
Precisamente, las violetas azucaradas de Demel eran los dulces preferidos por Sissí.
La pastelería cuenta con la importante denominación K.u.K. CH. Hofzuckerbäcker Söhne Demel o Pastelería Real e Imperial Demel aunque la monarquía austro-húngara se desplomara en 1918.
La familia Demel decidió vender el negocio familiar en 1972 y pasó por diferentes propietarios y vicisitudes.
También en el famoso café puedes degustar la emblemática Tarta Sacher, cuya autoría genera polémica desde los años 30 del siglo pasado.
En 1934 muere Anna Sacher, propietaria del elegante hotel Sacher y deja a su hijo Eduard como herencia un hotel arruinado y muchas deudas.
Eduard vendió el hotel y con él la receta de la famosa tarta de chocolate ideada por su abuelo Franz en 1832.
Eduard comenzó a trabajar en Demel y allí elaboró su propia tarta Sacher. La lucha por la propiedad de la tarta se mantuvo muchos años hasta que en 1963 llegaron las partes a un acuerdo.
El hotel Sacher utilizaria el nombre de "Original Sacher Torte" mientras que en Demel aparecería un sello triangular en su tarta en el que pusiera "Eduard-Sacher-Torte"
Nada más entrar te invade el aroma a café, mantequilla y chocolate.
Las vitrinas, los suelos, las lámparas, los escaparates... todo llama la atención.
Son famosas otras tartas o especialidades dulces de Demel. La apfelstrudel o tarta de manzana vienesa con capas de masa rellenas de manzanas, pasas y canela:
El Kaiserschmarrn o "revuelto del emperador" es una especie de crepe desmenuzda servida con pasas y compota.
Nosotras pedimos la Tarta Anna que nos recomendó la camarera.
Tras una breve espera nos apostamos en el salón de arriba a descansar, observar y tomar la tarta con un café.
Riquísima la tarta de chocolate Anna, aunque un poco empalagosa. La ración era enorme.
El paseo por la tienda es inevitable y precioso.
Se trata de una visita ineludible en Viena. Diría que es una atracción turística más en la ciudad austríaca.
La terraza exterior con mesas y sillas bajo el enorme toldo también es de un encanto absoluto.
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