La Pineda O La Selecta Charcutería Con El Mejor Jamón Ibérico Desde 1930 En El Barrio Gótico De Barcelona
A finales del siglo XIX y principios del XX, era muy habitual encontrarse en ciudades y pueblos grandes estos establecimientos referentes de alimentación que despachaban jamones, chacinas, vinos, conservas, quesos y otros productos más o menos selectos.
En Carrer del Pi, 16, 08002 Barcelona, esquina Portaferrisa, en pleno Barrio Gótico, se ubica este singular lugar que es como un viaje en el tiempo.
Florencio Mir, a mediados de septiembre de 1930 se convirtió en propietario de este negocio que se ha convertido en una empresa familiar.
Es referente en sus jamones ibéricos de Pata Negra o bellota, con el mayor número de denominaciones de origen (D.O) en un espacio tan pequeño.
Eliges el jamón o la chacina y te la cortan al instante delante de ti.
Es una maravilla entrar en este local con un ambiente único y con un trato tan exquisito como sus productos.
Detalles como su barra, si piso de baldosa hidráulica, su caja registradora...
Recuerdo la primera vez que lo visitamos con mis cuñados Antonio y Mª José hace ya 28 años y en el que un pequeño Nacho tragaba el jamón como si no hubiera mañana.
"Maaaá" decía con su lengua de trapo. Claro, quería más. Entonces él ya aprendió a pedir el "jamón rojo" frente al "jamón rosa".
Nos fuimos este verano a comer jamón y recordar otros tiempos en los que estábamos todos (te extrañamos mucho, Antonio) y comimos jamón con cava.
De las cuatro D.O del jamón ibérico: Huelva, Extremadura, Salamanca y Los Pedroches (Córdoba), nosotras elegimos BELLOTERRA, precisamente de esta última.
Cava rosado y pan con tomate (esa fui yo porque en Madrid no lo trabajamos) nos acompañaron en tan magnífico momento.
Había una pareja procedente de Argentina en la mesa de al lado que nos comentaron que ellos vienen de regreso a Barcelona todos los años una vez y siempre recalan en este lugar.
No me extraña. De hecho, muchos chefs importantes de BCN como los hermanos Adriá son parroquianos habituales.
¡Larga vida a La Pineda!
PD. Otros rincones del Barrio Gótico como el Fargas que está al ladito de nuestra protagonista.
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