Desde 1988 con este nombre, pero con la experiencia de cinco generaciones se avala la cocina de este establecimiento que se encontraba antes en la Barceloneta.
Tras la remodelación de la zona para las Olimpíadas de 1992 en Barcelona, se ubica ahora en el Palau del Mar, dentro del Museo de Historia de Cataluña, en Plaça de Pau Vila, 1, en pleno Port Vell, 08039 Barcelona.
Con su terraza con vistas al puerto y sus salones confortables, es el mejor lugar para disfrutar de unos buenos arroces y pescados al borde del mar.
Ya conocía el sitio de otras ocasiones, pero me sigue convenciendo su oferta.
Quisimos sentarnos en su terraza viendo el puerto:
Aunque también tienes un salón grande si prefieres:
Empezamos brindando por nuestra fortuna de comer arroz viendo el mar con vino Sumarroca Temps de Flors (24 €):
Comenzamos con una Esqueixada de bacalla (14,85 €), una ensalada de bacalao desalado y desmigado con tomates y olivas negras:
También pedimos una ostra cada una (5,5 €/p), pues no en vano estamos a la orilla del mar:
Las croquetas de gambas (3,8 €/u, un poco caras) tenían buenos tropezones.
Aquí en Cataluña las hacen más rústicas y con la bechamel más espesa, pero también están ricas:
Aunque su plato icónico es la Fideuá, nosotras preferimos un arroz negro con sepia, cebolla, langostino y fumet de pescado (24,5 € por persona) que pedimos para dos personas:
Estaba delicioso con su alioli y el intenso sabor a pescado.
Todo ello acompañado del vino Sumarroca:
Finalizamos con unos paquetitos de crema (3,5 € cada uno) que estaban deliciosos.
Mientras tomábamos el café comenzó a llover y nos trasladaron de sitio pues estábamos en la parte más expuesta de la terraza.
Unos 48-50 € por persona que está bien al tratarse de buen producto, elaboración tradicional y excelente ubicación.
Ya sabéis las que me seguís que me encanta ir a comprobar el estado y decoración de los baños... jajaja
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