El Cocido De Antonio Cosmen En Cruz Blanca De Vallecas #platosmíticos

El cocido es uno de esos platos regionales de los que nunca una se cansa de comer. En invierno entona el cuerpo y te traslada a la niñez en cada bocado.

Ya conocía esta casa de hace unos años (pincha aquí para leer la reseña) en que fui de casualidad, pero ahora la hemos visitado de nuevo. Situada en la C/ Carlos Martín Álvarez, 58, 28018 Madrid, ahora cuenta con terraza exterior acristalada con comedores.

El cocido ha ganado premio (creo que fue en 2015) y, pese a que ningún cocido es igual a otro, todos son espléndidos en sabor.

Ahora está a un precio de 27 €, que con las bebidas, postres y café te puede hacer subir  la cuenta hasta los 44 € que pagamos nosotros. 

Es un precio elevado para un cocido, pero la fama le ha hecho engordar el local y los precios.

Hay dos turnos para degustar sus especialidades. Nuestro grupo fue al segundo turno de las 15:15 para así no tener prisa en marcharnos. Nos acodamos en la barra tomando unas cañas mientras se preparaba la mesa.

Te sirven el cocido en dos vuelcos. Primero llega la Croqueta de cocido, alargada y contundente:

Luego te sirve el camarero un buen cucharón de sopa con fideos (un poco blandos para mi gusto), sabrosa y con intenso sabor a gallina:

Y al final llega el vuelco de los garbanzos, verduras y carnes con una mini bola.

Los garbanzos son una delicia, punto justo de cocción, calibre adecuado y suavidad mantecosa:

La verdura rehogada rica con patatas y zanahoria y acompañamiento de salsa de tomate con comino. La carne de morcillo y el pollo en forma de alitas y, quizás, un poco escaso y el tocino bastante entero.

El chorizo y la morcilla muy ricos, más parecidos al compango asturiano. 

Como las raciones son inmensas, las sobras te las puedes llevar envasadas al vacío.

Los postres creo que desentonan un poco. Pedimos Leche frita, que es más bien una crema envuelta en tempura, sin un rebozado al uso con azúcar y canela y acompañada de nata montada con sirope ¿?

Cafés y dos botellas de vino de la casa que es Peñalosa de Ribera del Duero.

¿Qué me parece una desmesura en esta deliciosa comida? El pan. Ponen unos trozos enormes a 2 € por persona que, en algunos casos, se llevan casi intactos. Me parece una barbaridad que pongan trozos tan grandes para acabar tirando tanto pan. Podían poner trozos más pequeños y cobrarlos menos. Así todos contentos al no haber tanto despilfarro.

Por lo demás, agradable, rico cocido, servicio ágil y amable, pero con olvidos y no tan encantador como recordaba, y precios un poco abultados.

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