A los que nos gusta la cerveza nos encanta probar la del lugar en el que nos encontremos.
Por eso, paseando por Rambla Cataluña decidimos entrar en esta emblemática cervecería barcelonesa en el número 79.
Louis Moritz inauguró su fábrica de cervezas aprovechando las piedras de la muralla entre Raval y Eixample.
Su cerveza está elaborada sin pasteurizar, directamente del tanque para que así conserve su sabor y aroma.
Este local es de 2021 y tiene mucho encanto con un montón de detalles, desde los tanques a la vista hasta las lámparas con forma de barriles de cerveza...
La barra con los grifos y su "trozo" de seiscientos con el logo de la marca.
Tienes degustaciones de cerveza
y una carta con platos para acompañar.
Nosotras pedimos tortilla de patatas con cebolla (un pelín sosa), de tamaño ideal para dos o tres personas:
Y croquetas surtidas.
Las croquetas en Cataluña son más rústicas y la bechamel no es tan cremosa, pero igualmente son ricas.
La cerveza está buenísima, recién tirada del tanque.
Una buena visita si estás por el Eixample de Barcelona.
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