En este precioso pueblo es muy fácil encontrar lugares preciosos y agradables para comer, tomar centun café, probar un helado...
En esta casa, situada en tres ubicaciones en Collioure (nosotros fuimos a la Rue Saint-Vicent 66190 Collioure), se pueden degustar unos magníficos helados, crêpes, gofres...
Pedimos nuestros helados tras una difícil elección por la cantidad de sabores y nos sentamos en el interior.
También tienen un patio al fondo con mesas y silllas para sentarte tranquilamente.
Los helados son cremosos y te ponen unas cantidades generosas.
También tienen otros productos además de los helados:
Mi elección fue Rosa y Vainilla negra:
Y Luis pidió sabores frutales, como a él le gusta.
La naranja sanguina y la fruta de la pasión fueron sus sabores ganadores.
Son encantadores en la atención: desde luego saben cómo tratar a la clientela tras más de cien años en el precioso pueblo pues pertenecen a un hotel abierto en 1923 (La Frégate).
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