Sant Climent De Taüll O El Prodigio Románico En El Vall De Boí De Lleida

Sobre un templo del siglo XI se construye la nueva iglesia de Sant Climent de Taüll que fue consagrada en diciembre de 1123 por el obispo de Roda-Barbastro, Ramón Guillem.

Este templo es el paradigma de iglesia románica con su planta basilical de tres naves separadas por columnas y cubierta de madera a dos aguas, cabecera con sus tres ábsides y una preciosa torre campanario.

Desde que estudié esta iglesia en bachillerato tenía ganas de visitarla y, por eso, mi emoción al traspasar la puerta del templo fue inmensa.

La imagen del Cristo en Majestad de Taüll se ha reproducido miles de veces para representar el románico catalán.

Antes de cruzar la carretera para acceder al templo te encuentras con este precioso mural, hecho de huevos pintados:

Durante cientos de años las pinturas murales pirenaicas de Cataluña fueron menospreciadas. A principios del siglo XX, algunos célebres arquitectos catalanes iniciaron expediciones para catalogar estas obras y se empezó la fiebre por su posesión.

La recuperación de estas obras, tras algunos expolios terribles, hizo que muchos de estos murales se traspasaran de la pared original a otra de un museo. 

Esto fue posible gracias a una técnica llamada strappo. Te recomiendo la lectura el artículo de National Geographic que te cuenta las vicisitudes de estos grupos de recuperación (pincha aquí).

Ahora, esta pintura se encuentra a buen recaudo y en condiciones óptimas de conservación, junto a otras, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).

Ahora te proyectan un videomapping fabuloso en el que puedes trasladarte al siglo XII y recrear cómo era el ábside de la iglesia.

Es una auténtica pasada.

Aunque se conoce como pantocrator a la pintura del ábside de Sant Climent de Taüll, realmente es una Teofanía o visión de Dios al final de los tiempos. El pantocrátor es la imagen de Dios como creador del mundo.

La vista de esta imagen te genera sensación de poder y a la vez de paz. El genio anónimo que realizó estas pinturas se conoce como Maestro de Taüll y se cree que era uno de los mejores artistas de la época.

Su dominio de los colores y las formas es absoluto. Aparecen apóstoles, ángeles, Caín y Abel, al apocalipsis... Una auténtico cómic medieval para instruir a los fieles analfabetos.

Gracias al aislamiento de estos valles pirenaicos y sus temperaturas bajas han podido permanecer tan bien conservados durante siglos.

Hay otra serie de tallas y objetos en el interior del templo. 

Retablos como el de San Antonio de Padua (S. XVII), partes de trípticos, talla de una Virgen románica:

Un curioso banco que es un mueble medieval que podía encontrarse en el presbiterio:

Una cruz de madera con Cristo crucificado:

Desde luego, recomiendo enfervorecidamente la visita a esta maravilla del románico europeo.

También nos dimos un paseo por el pueblo, hasta llegar a la iglesia.


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