Su lema `Fell Good Be Good´ es una declaración de intenciones en toda regla.
En la C/ Sepúlveda, 80, 08015 Barcelona, en pleno Eixample, verás un escaparate de color amarillo con una terraza y con fila para el desayuno que te invita a entrar.
Casi todo lo preparan con mimo allí mismo con productos locales o de proximidad.
El pulled pork es casero y está cocinado siete horas, el pastrami pasa por una elaboración de siete días, su salmón noruego está ahumado artesanalmente con madera de olivo, los huevos son de gallinas libres de Calaf y la leche fresca procede de la granja Cal Porta.
Esperamos unos diez minutos antes de sentarnos dentro (aunque haya cola hay mucha rotación) en un local minimalista, sencillo, con aires nórdicos.
Pedimos unos cafés (de Tornado Coffee Roasters de Granollers) que estaba delicioso.
Los desayunos elegidos fueron el de Huevos Turcos (14,5 €) con cremosos de yogur y mascarpone, falafel crujiente, pan turco casero, butter chilly y los huevos poché:
Los Korean chicken eggs Benedict (14,9€) son dos huevos pochados sobre un brioche artesano de The Bagel Hood, pollo crunchy estilo coreano, green papaya, zanahoria, cacahuetes y una salsa holandesa asiática con patatas fritas. ¡Un bombazo de sabor!
Los Smokey York Eggs Benecict (14,9 €) se preparan con un muffin de Turris, su pulled pork casero, ensalada de col y pepinillos y una holandesa de Cheddar sobre los huevos poché:
Yo me decanté por la Grandma´s French Toast (12,5 €) hecha con pan de brioche, mascarpone de pistachos y pera confitada al horno con sirope de arce. Deliciosamente delicada:
Sirvieron las patatas fritas aparte. La presentación está muy cuidada, como todo lo que hacen en el restaurante monotemático.
Aunque os parezca que es caro, la calidad de sus productos es incuestionable.
Servicio encantador aunque sin parar por la ocupación del local.
Mirad qué divertidos los cagoners de las puertas de los baños:
Muy buena referencia para un desayuno en un día especial.
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