¡Qué divertido juego de palabras para el nombre de una pizzería que oculta un guiño a sus creadores!
Jorge Sastre (Sartoria es `sastrería´en italiano), relacionado desde siempre con la alta cocina, y Rafa Panatieri, chef brasileño que presta el apellido al local, son los artífices de este amplio espacio que visitamos con la familia en la C/ Provença 330, L´Eixample 08037 Barcelona.
Antonio y Mariajo ya la habían visitado y nos llevaron a probar esta pizza galardonada con el premio a la Mejor Pizza Europea 2023 en una gala celebrada en Nápoles, ciudad de cuna de la pizza. Meses después obtuvieron el premio a la 3ª Mejor Pizzería del Mundo 2023. ¡Guau!
Llevan ya cinco años abiertos y tienen dos locales en la Ciudad Condal. Aquí fermentan sus masas, curan y elaboran sus propios embutidos y preparan sus hortalizas fermentadas y encurtidas por ellos mismos.
El local sorprende por su amplitud y la integración de la cocina en el espacio del comedor, para participar a la clientela e involucrarla en su proyecto. Todo se puede ver.
También tienen Solete de la Guía Repsol. No en vano los ingredientes que utilizan son ecológicos y locales.
Ellos dicen que sus pizzas no son canónicas napolitanas. Aunque tienen el borde hinchado y son finas hacia el interior, ellos se desligan por la forma de preparar la masa.
Probamos la galardonada de Salsa de Tomates Cherry Asados con mozzarella y holandesa de albahaca (13,90 €):
Tampoco podía faltar una Margarita clásica, la llamada Cero, para catar la simplicidad y testar los ingredientes más puros:
También cayó la de sobrasada con queso de Mahón, hinojo silvestre y mozzarella (15,5 €):
Y la de Butifarra, hojas de temporada (parecían grelos o o acelgas) con torta de La Serena y mozarella (14,50 €):
Estaban todas deliciosísimas. Lo mejor de todo es hacer la prueba de la digestión: si unas horas después no te sientes pesado/a es señal de que la masa estaba increíble.
De postre pedimos sólo el Tiramisú (5,50 €) que estaba correcto, aunque era una mousse de queso mascarpone y le faltaban bizcochos empapados en café.
Los cafés orgánicos de Honduras y tostados en Barcelona fueron la culminación de una comida fantástica.
Muchas gracias familia barcelonesa por llevarnos e invitarnos.
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