Can Travi Nou O La Encantadora Masía Con Cocina Catalana En Barcelona

Forma parte de la cultura de un pueblo su gastronomía. Por eso, probar la cocina típica de un país o ciudad es una experiencia única que ayuda a comprender mejor a sus habitantes y sus costumbres.

En nuestra última visita a Barcelona coincidimos con la finalización de la temporada de calçots y aprovechamos la oportunidad. Nos acercamos a la zona de Horta-Guinardó, Carrer de Jorge Manrique, s/n, 08035 Barcelona a disfrutar con la familia.

Los calçots son una especie de cebolletas tiernas propias de Valls con Indicación Geográfica Protegida (IGP) cuya temporada abarca desde noviembre hasta mediados de abril.

Los manojos de estas cebolletas alargadas pueden contener unas 50 unidades, así que se recomienda comer entre unos 12-15 calçots por persona.

Los calçots se cocinan a la brasa y se sirven sobre una teja (si, de tejado). Aquí te sirven unos 20 calçots por persona.

Una calçotada es una reunión de amigos o familia donde se come, se bebe, se ríe y se disfruta. 

Como, además, existe un ritual con babero gigante, guantes de plástico para no mancharte y bien de salsa Romesco de unte, la diversión está asegurada.

Los forasteros nos dejamos aconsejar por los naturales del lugar que postulan las tres palabras clave al comer un calçot: `Pela-suca-menja´o pela, chupa y come.

Los calçots tienen que ser pelados con las manos para retirar la capa seca de la brasa y que tendrá, claro, un aspecto quemado en muchas partes. Sólo hay que agarrar por el extremo sin hojas, apretar y sacar la deliciosa y jugosa cebolleta asada, que mojas en la salsa sublime y luego comes.

Toda esta parafernalia es maravillosa. Aunque te pongas tibio, rebañes la salsa y no puedas dejar de comer estas deliciosas cebolletas. Al fin y al cabo, se dice la frase `Me gusta más que comer con las manos´.

En la preciosa masía restaurante Can Travi Nou, con su decoración profusa cargada de detalles de casa rural, su fachada de buganvilla y su jardín fresco y relajante, podrás pasar una velada de cine.

No en vano, aquí se rodaron algunas escenas de la película de Woody Allen `Vicky Cristina Barcelona´ pues el decorado natural es muy cinematográfico.

De segundo plato en la calçotada te ponen las carnes también a la brasa: chuletas de cordero, muslo de pollo, butifarra y longaniza.

También acompañan con patatas asadas y mongetes o judías blancas típicas catalanas.

El pan con tomate (pá amb tomaquet) y el vino Raimat de la casa no puede faltar.

De postre la fundamental Crema catalana con una fresa culmina tan soberbia reunión.

El precio del menú es de 44 € por persona. Ese es el precio de la felicidad.

Con un café y una buena sobremesa tienes una comilona irrepetible. ¡Gracias familia por los buenos e inolvidables ratos!

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