El famoso Hotel Raffles en estilo colonial es un lujoso y grandioso alojamiento de Singapur fundado en 1887 con jardín tropical, museo, teatro y bar.
Su nombre alude a Thomas Stamford Raffles, gobernador británico fundador de la ciudad y está ubicado en el centro de la ciudad.
En su fundación sólo albergaba diez habitaciones y pertenecía a una familia armenia. Estaba entonces junto al mar.
Su edificio se completó en 1899 y continuó su expansión con adición de salón de baile, bar y sala de billar.
En 1931 fue declarado en quiebra, aunque recuperó su posición dos años después.
Tras la Segunda Guerra Mundial sirvió como campamento para prisioneros aliados.
El Gobierno de Singapur lo declaró Monumento Nacional en 1987 y fue remodelado sin escatimar ningún lujo.
En él se han alojado importantes escritores, literatos y directores de cine como Rudyard Kipling, Somerset Maugham, Pablo Neruda, Günther Grass, André Malraux, Alfred Hitchcock, Orson Welles y cantantes, actrices y actores como David Bowie, Frank Sinatra, Charles Chaplin, Michael Jackson, Elizabeth Taylor, Ava Gardner, Ingrid Bergman, Marlos Brando... La lista es interminable.
El famoso Long Bar es un lugar imprescindible si quieres probar el mítico cóctel Singapore Sling inventado por el barman chino Ngiam Tong Boon en 1915.
El bar es un lugar fantástico, con pai-pai en el techo a modo de ventiladores antiguos, una máquina fabricada para agitar el mítico cóctel:
Los sacos de cacahuetes están por todos los sitios del lugar:
El local estaba abarrotado y además del Singapore Sling puedes tomarte otros cócteles:
La llamaban la "Bebida rosa para gente pálida" y se convirtió en la favorita de las damas pues ponía en entredicho su reputación si consumían alcohol en público.
La base de la bebida es ginebra aderezada con zumo de piña y lima. Para aportarle su característico color rosado se le añadía granadina y licor de cereza. También contiene Cointreau, licor Bénédictine y una pizca de angostura.
Se sirve con una rodaja de piña y una guinda y acompañado de una buena bolsa de cacahuetes.
De esta manera y dado que las normas de etiqueta que regían en la alta sociedad de principios del siglo XX dictaban que consumir las mujeres alcohol en público era indecoroso y de muy mal gusto, el barman chino dio en el clavo al crear esta bebida muy "femenina" en su aspecto y que asemejaba a una combinación de zumos de frutas, pero que realmente contenía una buena cantidad de alcohol.
El cóctel no es barato (unos 36 $ singapurenses, unos 24 € aproximadamente) ya que en Singapur los impuestos al alcohol son muy elevados.
El 20 de julio de 2023, tras esperar un rato de cola, fundamentalmente turistas occidentales y accidentales y traspasar el umbral, llama mucho la atención el suelo repleto de las cáscaras de cacahuete, circunstancia permitida en este bar y que contrasta con la prohibición de tirar basura al suelo en Singapur, que puede acarrear una multa de 200 $ la primera vez.
Nosotros esperamos la fila, nos sentamos y degustamos la mítica bebida rosa para gente pálida. Toda una experiencia.
PD: mis consabidas fotos de los baños que no pueden faltar en cada entrada.
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