Los dueños de este restaurante monotemático de burgers viajaron alrededor del mundo, por tres continentes, para probar las hamburguesas más famosas en cada país.
El resultado de este singular viaje, cuyo periplo comenzó en NYC, fueron cien restaurantes de hamburguesas a lo largo y ancho del mundo (hoy ya llegaron sus dueños a 300) que dan el nombre en inglés a esta casa.
Los primeros restaurantes llegaron a Valencia y desde hace escasas semanas se encuentran en Madrid, en la C/Eloy Gonzalo, 12, 28010 Madrid, en pleno Chamberí.
El eje común de estas burgers es la carne picada a diario de vaca rubia gallega con los buns de una mezcla de pan brioche con pan de leche elaborados por ellos mismos en su obrador cada día.
Tras buscar reserva insistentemente, conseguimos con un mes de antelación poder ir a probarlas a las 19 h de un domingo. Para comer nos resultó imposible.
El local tiene terraza exterior y un interior con pocas mesas (ahora entiendo lo de la reserva). La deco es American Styled con maderas, objetos propios de la cultura norteamericana y el emblemático oso de peluche marca de la casa.
Se puede ver tras la barra en la que también hay taburetes altos la cocina con su lío del servicio diario.
En la planta baja hay un reservado con mesa grande para grupo y está el cuadro con las cien primeras hamburgueserías visitadas.
De entrante quisimos probar las Costillas BBQ, pero no había. A cambio elegimos los All In Nachos (9,5 €) con totopos caseros deliciosos que sabían a empanadilla con queso ahumado, guacamole, pico de gallo, cochinita pibil, olivas negras y sweet chilli. Deliciosos.
Quisimos probar cuatro distintas para así hacer la cata. No podía falta la Singular, Segunda Mejor Burger del Mundo 2023 con carne de vaca rubia gallega, queso Cheddar, BBQ casera y bacon (11,5 €):
La Madre de Stifler fue otra de las elegidas (13,5 €) con la misma carne, doble Cheddar, bacon ahumado en dos texturas, pickels caseros y BBQ:
La Loser (9,5 €) es más picante, con cebolla caramelizada y salsa coreana gochujang:
La burger del mes que nos tocó fue la Leslie Chow (13,5 €) con Cheddar blanco ahumado, crema de trufa negra, lascas de parmesano, salsa de yema de huevo y cebolla caramelizada.
Con una ración de patatas (3 €) nos apañamos los cuatro.
¿Veredicto? Bastante buenas en un cómputo global. Panecillos excelsos. Muy jugosos y aguantan bien la carne. Carne muy suave y, a mi gusto, poco sazonada (había discrepancias en el grupo).
Burgers sencillas en las que prima la calidad y lo consiguen.
De postre sólo pedimos la Cheesecake de Petit-Suisse (5,8 €) que resultaba fresca, pero tampoco me pareció excepcional. Queríamos probar los Briochitos rellenos de kinder, pero no había.
Un lugar muy agradable, con servicio muy amable y ágil, burgers muy buenas y precio ajustado a la calidad. Para dar un recorrido entero a la carta.
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