Este café situado en la Plaza de Saint-Germain des Prés, 75006 París, Francia, existe desde el año 1884 en el mismo lugar en el que se encontraba una tienda de novedades con el mismo nombre.
El nombre de los "Dos magots" procede de dos figuras orientales de madera situadas en unas repisas altas del restaurante y que custodian el interior desde hace más de 138 años.
En esta antigua licorería se reunían escritores e intelectuales de la talla de Verlaine, Rimbaud, Mallarmé, Sartre, Simone de Beauvoir o pintores como Picasso.
Sus sofás de color vino burdeos han servido de asiento a tantas personas interesantes a lo largo de tiempo que resulta abrumador. Sus terrazas permiten en pleno barrio Latino ver la vida pasar.
Ha desempeñado desde principios del siglo XX un papel importantísimo en la vida cultural parisina.
Tanto es así, que en 1933 se creó un Premio Literario que lleva su nombre (por eso en los manteles aparece un "90" realizado con los nombres de los galardonados/as)
En otras ocasiones me he sentado en su terraza que da al bulevar, pero en este viaje preferimos entrar temprano y desayunar con calma.
No pude resistirme a probar su célebre Chocolate a la antigua, suave y delicado, eleborado con chocolate Valrhona 55% Ecuador con toques de vainilla. ¡Absolutamente magistral!
Pedimos el desayuno completo a 21 € que incluía un zumo de naranja o pomelo, bebida caliente a escoger y en la que yo pedí el Chocolate a la Antigua, un pan con mantequilla de Poitou-Charentes con mermelada artesanal de albaricoque y un croissant.
Estaba deliciosísimo. El pan con la mantequilla francesa y la mermelada era de otro planeta.
Y el croissant de mantequilla pues sublime:
Teniendo en cuenta que sólo el chocolate a la antigua ya vale 9,5 € es muy buena opción para el desayuno.
Hasta pude tomar dos tazas con kla chocolatera que dejaron encima de la mesa.
Un tiempo magnífico transcurrido en un lugar con mucha historia. Imprescindible en tu estancia en París, no lo dudes.
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