Es maravilloso descubrir comidas y platos de otras tierras que te transporten a lugares desconocidos a través de los olores y sabores. Quisimos trasladarnos al Líbano y lo conseguimos en Madrid.
Mi hijo Álvaro (gracias mil) nos llevó a conocer este restaurante libanés situado en la C/ Alfonso XIII, 35, 28002 Madrid, por el día de su cumpleaños. También tienen otro local nuevo en Chueca, pero este chalecito lleva ya abierto unos años (desde 2013).
La comida es 100% Halal y sus platos resaltan el espíritu mediterráneo con verduras, especias, frutos secos...
La carta contempla todas sus especialidades, pero pedimos ayuda para elegir bien.
Comenzamos con entrantes fríos como el clásico Muttabal o crema de berenjenas ahumadas con yogur natural, sésamo y granada (9,5 €) y la deliciosa Muhammara (9,5 €) que es una crema de pimientos rojos, nueces, jugo de granada y tomate:
También probamos como entrante frío el Warak Enaf (8,5€) u hojas de parra rellenas de arroz con un toque de tomate, perejil, hierbabuena y cebolla. Exquisitas:
Como entrantes calientes comimos los Sambusek Bil-Jibne (9 €) que son triángulos de hojaldre rellenos de queso y hierbabuena:
Y los Kibbe o bolitas parecidas a las croquetas con masa de sémola de trigo y rellenas de carne picada y piñones (11 €):
La Kefta Meshwi o brocheta de carne picada de ternera y cordero con perejil y asada al carbón (14 €) no podía faltar en los principales:
Otra delicia fue la Shawarma Lahme (13 €) que son tiras de ternera marinada y asada cubierta de salsa "tahine" y con mucho perejil:
La última petición salada fye la Kusa Bil-Jodar (13 €) o calabacín cubierto por burgul y verduras asadas:
Los postres eran imprescindibles, aunque estábamos llenos(a). Los pastelitos Baklava hechos de masa filo rellenos de nueces y sirope (5€) y los Atayef de queso y pistacho con almíbar y agua de azahar (6€):
Y otro postre que yo nunca había probado y que me pareció exquisito: Othmalieh o masa de fideos kataifi horneados con crema de leche libanesa (6€).
Nos agasajaron con té que sirvieron en la propia mesa.
Un placer de comida en un ambiente relajado y con un servicio atento. Muy a tener en cuenta en Madrid.
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