Ya no existen lugares vírgenes en el mundo. O casi. Eso es lo que una piensa cuando visita lugares que te recomendaron hace años, que tenían su esencia y podías contemplar casi solo.
Ahora, gran parte de estos arrozales de Bali están siendo colonizados por restaurantes/parque temático en los cuales puedes comer, pasear, disfrazarte con ropas imposibles y montarte en columpios horteras con corazoncitos para hacerte la foto de rigor y subirla a las RRSS.
Me espanta todo esto.
Nuestro amable guía en Bali, Agus, nos llevó a visitar estos famosos arrozales y comimos en uno de sus restaurantes más concurridos.
Nos sentamos al fondo de la terraza techada con vistas al arrozal y comimos disfrutando del paisaje verde y relajante.
Como había Happy Hour tomamos unos cócteles hasta que nos trajeron la comida. Yo pedí mojito:
Empezamos con unos Vietnam Rice paper rolls o rollitos vietnamitas rellenos de verduras:
No podía faltar el Nasi Campur, plato completo de arroz basmati con verduras, carne o pescado cocinado en leche de coco picante, tempeh o tofu, huevo y pan de gambas. El plato combinado por excelencia en Bali:
Y el Bebek Goreng o pato frito crujiente servido con arroz, sambal fresco y salsa agripicante y acompañamos con las siempre apetecibles tiras de pollo KARE AYAM:
Nos recomendaron el AYAM BETUTU, plato típico de Bali que es pollo marinado con cúrcuma, tamarindo y pasta de especias cocinado a fuego lento en hoja de plátano y acompañamos con las siempre apetecibles tiras de pollo KARE AYAM:
También probamos el MUJAIR NYAT NYAT que es un pescado marinado, cocinado en hojas de plátano y muy especiado.
De postre pedimos el BUBUR INJIN, nuestro arroz con leche, pero al estilo balinés. Un arroz negro cocinado en leche de coco con azúcar de caña. Está delicioso:
Comimos muy bien. Más caro que en un Warung o restaurante típico indonesio por el enclave y todo el dispositivo turístico. La factura fue de 1462,5 Bath que al cambio son 37,89 € para 5 personas (7,6 € por persona que no está nada mal)
Luego, tras la comida fuimos a pasear al arrozal.
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