Esta reserva ubicada en la localidad de Ubud, en el centro de la isla de Bali, es un espacio que ofrece protección a tres grupos de macacos cangrejeros o de cola larga (Macaca fassicularis).
En el bosque o selva con una variada vegetación formada por más de 100 especies distintas de árboles hay también un importante complejo de templos y un cementerio.
Te recomiendan encarecidamente no alimentar a los monos (hay unos 340 ejemplares) ni mirarles a los ojos ya que pueden volverse agresivos. Hay gente que les provoca y les molesta y ellos, lógicamente, les replican.
También hay conflictos entre los propios monos pues los grupos o familias se disputan territorios y se pelean con chillidos y golpecillos entre ellos.
Si llevas una botella de agua ya puedes tener cuidado porque los monos te la quitan. Delante de nosotros pudimos ver a una chica a la que le birlaron la botella. Son especialmente hábiles, con una pericia insospechada, para abrir la botella quitando el tapón.
El gran templo Pura Dalem Agung es el célebre Templo de los Muertos, con relieves ornamentales terroríficos.
Cerca hay un templo de manantial chulísimo que parece salido de una película de Indiana Jones y que se restauró en 1990 añadiendo nuevos relieves. Estos templos se construyeron hacia el siglo XIV.
Es una visita chula la de este parque-reserva. En tu paseo te acompañarán los monos todo el rato.
Hay guardas que por unas pocas monedas te acercan a los monos, los tienen adiestrados y les engañan para que puedas hacerte una foto con ellos en tus rodillas sin peligro.
Cuando sales de la reserva de camino hacia el pueblo aún puedes ver a los monos que se escapan de su sitio habitual y deambulan por la ciudad.
Tienes que sacar la entrada previamente en un área habilitada. Al cambio son unos 5,50 € para adultos y 4,20 € para niños.
Este bosque demuestra la armonía entre la naturaleza, los humanos y los animales.
Es un recinto importante en la vida cotidiana y patrimonio cultural de Bali.
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