Es muy normal comer en la calle en Copenhague. Te encuentras con multitud de puestos o carromatos de street-food en los que poder comer rápido y muy bien a precios muy ajustados.
Las personas guardan cola estoicamente, sin gritar, sin impacientarse, con educación y respeto esperando su turno. También el hyggie se traslada a la comida.
Al lado de la plaza de la Torre redonda o Rundetårn se ubica The Organic Hotdog Stand o Den Økologiske Pølsemand, una camioneta de perritos famosa en toda la ciudad.
Nosotros ya habíamos cenado, pero al pasar por delante no pudimos evitar pedir un hotdog.
Pedimos el Ristet pølse, el standard con salchicha, pepinillos, cebolla frita y cebolla fresca en dados junto con una salsa remoulade muy rica.
El panecillo era delicioso. cada perrito cuesta como unas 40 coronas suecas, es decir poco más de 5 €.
Hay más variedades para elegir, pero nosotros fuimos ya de noche y se habían acabado. ¡Habrá que ir en otra ocasión!
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