StreetXO O La Cocina Callejera Ecléctica, Irreverente Y Original De Daviz Muñoz

¿No os ha pasado que queréis ir a un restaurante desde hace tiempo, pero que entre unas cosas y otras nunca se acaba de realizar? Pues a mí, con StreetXO me ha pasado en muchas ocasiones.

Ayer se cuadraron varias constelaciones y nos acercamos la familia entera a cenar allí para celebrar (siempre, siempre hay que celebrar todo, principalmente estar vivos...) que Álvaro terminó su grado universitario. Quedamos a las 19:00 h, una hora antes de la apertura del local. Como ya sabéis allí no existen las reservas y te sientas por riguroso orden de entrada a partir de las 20:00 h. Al mediodía el horario es de 13:00 a 16:00 h. La recomendación es esperar fila más o menos una hora antes para entrar en el primer pase.

Ese edificio de El Corte Inglés en la C/Serrano, 52, 28001 Madrid, se ha desmantelado y sólo queda en el ático el restaurante callejero de Daviz Muñoz, aunque a finales de julio de 2022 se va a trasladar en esa misma calle a otra ubicación.



El ruidoso local que simula una taberna asiática de cocina callejera está decorado en tonos rojos y sentarte en taburetes en la amplia barra te permite no perderte ni un detalle del espectáculo magnífico que se va a desarrollar delante de tus ojos.

Los camarero, como ya sabéis, están vestidos/as con una chaquetilla que simula una camisa de fuerza, tal es la locura del lugar. Un puntazo del genial Daviz.


Empezamos por las bebidas, los famosos cócteles para empezar a abrir boca. Yo tomé uno fuera de carta llamado Tequila Tom Kha Kai (13,5 €) que además del tequila llevaba leche de coco o agua de coco y una esferificación de ostra alucinante. El Smoker USA (13,50 €) está hecho con ron añejo con cola sin cola y BBQ de bacon. chocolate, chipotles, pimienta de Jamaica... una puta fiesta hedonista como pone en la carta:

La Pibil ibérica (13,50 €) mezcla tequila infusionado con panceta y chiles mexicanos, sour de piña, salsa de cochinita pibily bomba de salmorejo con achiote. El cóctel sin alcohol era el DiverXO líquido con lima, gengibre, ginger beer, una caña de lemon-grass y jengibre fresco (7€):

Luego empezó el festival, del que os voy detallando. No voy a ir comentando ¡Qué rico! porque TODO, ABSOLUTAMENTE TODO estaba increíblemente bueno. Una explosión de sabores perfectamente mezclados con magia alquímica. Palabrita de química...

Comenzamos con el SAAM de panceta (26 € las cuatro unidades) a la brasa con condimento de mejillones escabechados, salsa Sriracha y tártara y que te piden que te lo comas como un taco de una lechuga iceberg con las salsas abajo, el torrezno delicado y el escabech+ado mejillón arriba y las hojas frescas de cilantro, menta y albahaca para rematar:

Luego vino el Dumpling Pekinés (20 € las cuatro unidades) relleno de verduras, coronado con una oreja crujiente, hoisin de fresas con peta zetas y pepinillo:


La Vieira asada (15 € dos unidades) al josper con mantequilla tostada, emulsión de coco y yuzu con gazpacho de jalapeños y limakéfir. 

Los dos Bolws de Ramen (22 €) con foie-gras y pintada, barbacoa con chiles encurtidos, trompetas de la muerte y yema de huevo de corral al vapor. No os miento si os digo que fue mi plato favorito, quizás el mejor ramen que haya probado nunca:


A continuación el Curry japonés [KARE RAISU] de carrillera de vaca melosa al Oporto, nata de leche de Soja fresca, arroz al vapor crujiente con especias de Tokyo (20 €):


No podían faltar las Croquetas de la Pedroche (19 € por cuatro unidades) elaboradas con leche de oveja, kimchi, coronadas por sashimi de atún y té Lapsang Souchoung (¿¿ke e lo ke??) y que tienes que comer de un bocado al estar semilíquidas en su interior. La textura de la bechamel me pareció casi más un puré de patata ácido o tal vez fuera el kimchi o col fermentada mezclada con la leche de oveja, pero yo que soy una croquetera irredenta prefiero las clásicas con bechamel cuasilíquida al extremo del destroce..

Cerramos los salados con la Ensalada de Solomillo madurado de vaca rubia vieja (24€) con mojos viajeros y ensaladas de hierbas con salsa de pescado. Luego se mezclaba con un mojo Thai "Tigre que llora":

Casi a punto de que cayera el postre, mis chicos vieron pasar los Rollitos Vietnamitas o NEM de pato y sashimi de gambas blancas con agridulce de chiles y ali-oli cremoso (21 €) y se antojaron, así que, la oportunidad la pintan calva:

El postre, aunque pedido al inicio para que lo preparen con tiempo, fue el Brioche de la Pedroche (11 €)  que te sirven en una mini-cocotte con cuatro bollitos calientes y fundentes de mantequilla con crema inglesa de vainilla de Madagascar y Ras el Hanout (¡¡vaya puntazo las especias!!):


En conclusión, un maravilloso viaje por la cocina callejera asiática que se disfruta desde el primer momento. 

Salimos a 60 € por persona, pero es que no nos privamos de nada. Muy al contrario, quizás le dimos una vuelta importante a la carta, pero nos permitió aproximarnos bastante a esta cocina ecléctica, irreverente y original del gran chef número 1.


Absolutamente recomendable, pese a la espera de una hora que hace que el banquetazo luego se disfrute más.

Comentarios