El mítico Café Comercial abrió sus puertas en 1887, durante la Restauración borbónica en España. Está situado en una ubicación magnífica, en la concurrida Glorieta de Bilbao, 7, 28004 Madrid.
El Café ha pasado por momentos memorables y decadentes, por varios dueños y reformas. Su mayor esplendor tuvo lugar hasta la Guerra Civil en que tuvo sala de billar, club de ajedrez, tertulias en invierno de literatos y terraza con toldo en verano, banquetes y baile...
Han sido muchos los personajes famosos que han pasado por sus salones. Antonio Machado, Blas de Otero, Ignacio Aldecoa, Edgar Neville, Gloria fuertes, Rafael Sánchez Ferlosio...
Yo iba en los años 80 a tomar café y también servían chocolate con "picatostes". Luego, en 2015 cerró para, tras una enorme reforma que conservó su esencia original, reabrir en 2017.
Fuimos a cenar cuatro amigas y tras ubicarnos en el salón del piso de arriba, pedimos picoteo clásico al centro de la mesa. Fueron muy rápidos con las bebidas, pero parece que se olvidaron de nosotras para tomar nota de la comanda.
Pedimos la ensaladilla clásica, unas patatas bravas con ali-oli de madroño, muy ricos los dos platos.
Unas croquetas de jamón ricas y unas verduras a la brasa con huevo poché y trufa, más flojas y que no sabían apenas a trufa:
Acompañamos con una botella de blanco de Rueda.
De postre compartimos una deliciosa Torrija sobre arroz con leche y helado de violetas. Me pareció soberbia.
El precio asumible por persona fue de 23€, bastante bien, pero el servicio fue muy lento, a pesar de que había mucho personal pululando por la sala.
Tendré que regresar para comprobar si fue sólo fruto de una noche complicada y repleta de comensales.
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