Bel Mondo O El Bellíssimo Italiano En Madrid

Desde su apertura en la C/Velázquez, 39, 28001 Madrid en otoño de 2020 se ha convertido en lugar de peregrinaje para jóvenes, familias, foodies, influencers y demás fauna que queremos recrearnos en una preciosa estética y disfrutar de una experiencia gastronómica total.

Creía que el lugar del grupo Big Mamma estaba sobrevalorado como otros sitios de moda que se quedan en nada, pero me sorprendió gratamente su oferta de cocina italiana y una decoración impactante e impresionante.

El inmenso local de 900 m2 distribuido en varias zonas como la terraza, el amplio salón (nosotros comimos en la mesa grande de la chimenea del Salón Rosa) y la zona cercana a la cocina con mesas más grandes te llena de "buen rollo" por el despliegue usado para hacer de una comida típica italiana una experiencia plena.


Su chef Ciro Cristiano y su escuadra utilizan productos típicos italianos para platos tan coloridos como sabrosones. Y servidos en loza tradicional con detalles que se agradecen. Todo cuidado al milímetro.

Como veis el entorno es como el decorado de una peli. Preparaos a hacer mil fotos y a disfrutar del momento. 

Y ahora vamos con la comanda. No nos defraudó en absoluto. De hecho, probamos algunas de sus especialidades más demandadas, pero habrá que ir de nuevo para darle "una vuelta" a la carta. Te cobran un cubierto inicial a 2,5 € por barba que incluye focaccia, pan, aperitivo (unas olivas aliñadas) y agua (del grifo, mejor que mejor):

Pedimos las Croquestar o cinco croquetas con bechamel trufada y jamón y espolvoreadas con trufa fresca (8 €) y los Calzoncini o mini calzone rellenos de costilla de cerdo, pimiento, cebolla y comino (7 €):



Empezamos muy bien y como éramos cinco de buen colmillo, también pedimos la Burrata e pere (11 €) una porción de queso de nata genuino italiano con pera confitada y avellanas picadas que estaba muy bueno:


Tras los entrantes pedimos cada uno un plato, pasta o pizza, pero compartimos para probar todo. La Truffle Shuffle es la pizza con ricotta, salsa tartufata (de trufas), setas y escamas de trufa  (18 €):


La otra pizza, para contentar al que no le agrada la trufa, fue la Quesomanía (14 €), con gorgonzola, fior di latte, parmesano, ricotta di búffala y un toque de pera. 


Las pastas elegidas fueron la famosa Mafaldina al Tartufo (18 €), pasta fresca con trufa negra, champiñones y crema de nata a la trufa. Deliciosa, servida en una sartén:

 Las otras dos opciones fueron la Plin Clinton con cordero y salvia (15 €) y los Casoncelli con Calamari (14 €) que me parecieron lo mejor de todo lo que pedimos:




Aunque estábamos bien, no podíamos irnos de allí sin probar la Tarta de queso "Te queso mucho", rica, compacta y correcta, y el Tigramisú o tiramisú (7 € cada uno) que sabe igual que el que yo hago en casa, tradicional, casero. Servido desde una fuente familiar directamente al bol:


El café en un italiano no puede faltar (aunque el grupo Bigmamma al que pertenece el restaurante es una cadena de restaurantes creada por franceses y que no tiene local en Italia, de hecho nos lo recomendaron Nacho y Andrea que fueron a la trattoria Poppolare en París), así que terminamos la estupenda comida invitados además a un limoncello beniamino por parte de la casa:


No puedo evitar poneros una foto de los baños con la foto de Berlusconi en el de caballeros, jajaja... ¿Tendrá un sentido oculto? El de chicas, sin embargo tenía una imagen de la Gioconda:





No sé si con este extenso reportaje os habré convencido. Deberíais ir vosotras mismas y opinar. Eso sí, para una ocasión especial (aquí celebramos anticipadamente mi cumpleaños) pues el precio por persona es de 31  €.

Lo que no debe faltar para vuestro postureo es la foto del frontal en las escaleras con los neones:


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