Ya habíamos probado la pizza napolitana, por supuesto, la primera y más reproducida del mundo y la romana, pero no habíamos catado la pizza de Verona.
Ahora en Madrid, en la C/ Los Madrazo, 5, 28014 Madrid, justo detrás de las Cortes, se encuentra un trocito de Italia en forma de pizzería tradicional.
Sonia y Vittorio crearon en 2004 en la preciosa ciudad italiana de Verona la marca Araldo y con sus deliciosas creaciones ganaron durante cinco años consecutivos el galardón a las mejores pizzas italianas en en la prestigiosa gastronómica Guía Gambero Rosso.
La masa del más famoso alimento reproducido en todo el mundo que ellos elaboran lleva harina biológica semi-integral molida a piedra en su masa madre reposada 60 horas en condiciones óptimas estudiadas de temperatura y humedad, aceite de oliva virgen, queso fiordelatte, tomates de San Marzano y embutidos propios italianos.
El local tiene un ambiente rústico y al entrar, ya sólo con el aroma a masa horneada (en horno eléctrico), te transportas directamente a Italia. También tienen una pequeña zona de merado donde comprar productos de allí.
No tienen pasta. Sólo trabajan la pizza y un puñado de platos como las ensaladas, el vitello tonato y los embutidos. Tampoco pidáis postres típicos pues su especialidad es el helado súper cremoso.
Nosotros comenzamos con un surtido italiano de embutidos - mortadela, speck y jamón trufado- con pan como pan de la pizza como acompañamiento. Muy ricos:
Y probamos sus más famosa pizzas: la San Giacomo con tomate San Marzano confitado a baja temperatura con tomates semisecos amarillos y rojos, queso Grana Padano y una cremosa burrata (12,50 €):
También incluimos la pizza de Speck di Sauris con queso mozzarella, y Gorgonzola, speck, nueces trituradas y miel, una delicia de combinación de sabores dulces y salados (12,5 €):
La San Marzano con salsa de tomates ídem confitados, queso Fiordilatte, aceitunas, queso Grana Padano curado y emulsión de albahaca (10.90 €):
Los tamaños no son inmensos, así que también pedimos la de Panceta y Champiñones con queso mozzarella, queso Asiago DOP, champiñón, panceta (la salada italiana genuina, no es bacon al uso) y romero (12,5 €):
Acompañamos con cervezas La Virgen de grifo y nos supieron a gloria con su masa crujiente por fuera y blandita y esponjosa por dentro.
Terminamos con un helado tartufo casero de Fiordilatte con avellanas picadas y acompañado de bizcochos savoiardi (5,50 €):
Por unos 18 € por barba cenamos de maravilla y seguro que regresamos pues somos unos pizzeros empedernidos!
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