Maison Kayser O El Café-Obrador Parisino En Madrid


Para mi, uno de los grandes placeres gastronómicos es el desayuno. O mejor dicho: un buen y humeante café con leche (desde hace muchos años con leche de soja, a ser posible) y un croissant crujiente y con sabor a muuuucha mantequilla.

Por eso disfruto tantísimo en París. En cada esquina hay un café con bollería recién hecha y no puedo resistirme. Pero, no siempre puedo ir a París, que más quisiera...

Ahora en Madrid, ha abierto una sucursal de esta marca de panaderías-pastelerías-cafés repartida por más de 23 países a lo largo y ancho del mundo.


Eric Kayser es un alsaciano, hijo y nieto de panaderos, o sea, que de casta le viene al galgo. Ni se planteó un oficio distinto al que había visto desde niño: hacer pan. Y no un pam cualquiera sino un pan artesano, sencillo y tradicional hecho con honestidad.


Por lo visto, en 1994 inventó junto a Patrick Castagna una máquina a la que bautizaron como  Fermentolevain que permite mantener viva la masa madre, ese fermento imprescindible para hacer un buen pan.


Esta nueva tecnología hace que el fermento se conserve en estado líquido y a la temperatura adecuada para usarlo en cualquier momento. Un par de años después Eric abrió en París su primera boulangerie.


Por fin hemos tenido la suerte de contar con su primera panadería en España (llegarán más) abierta justo después del confinamiento. En la C/ Velázquez, 126, 28006 Madrid (casi esquina María de Molina) se encuentra este lugar con ese chic parisino que enamora.


Mirad qué estilismo tan apacible con madera, ladrillo visto, sillas de rejilla y veladores de mármol. Una preciosidad!


Nosotros desayunamos la tostada de pan con tomate y aceite y un magnífico croissant. También llevamos pan para casa. Im-pre-sio-nan-te.

Fijaos en sus vitrinas repletas de delicias panaderas y pasteleras. Para hacer muuchas visitas.


Los que me seguís ya sabéis mi fijación con los baños de los sitios, ahora con la pandemia más aún, y por seo siempre los visito también. Preciosos con su pileta gigante comunitaria y dos puertas para Madame o Monsieur.


Desde luego si vives en Madrid, no te pierdas una visita a su local!

Atención: segunda visita a comprar para probar sus Palmeras de Chocolate. Mirad qué delicia!




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