Fratelli Figurato O Los Innovadores Hermanos Pizzeros Napolitanos En Madrid


Sólo tres meses en Madrid han bastado a Fratelli Figurato para hacerse un hueco en la escena gastronómica madrileña, tan competitiva y con clientes poco leales a los que hay que tratar bien con el producto y el servicio.

Se han instalado en el barrio de Chamberí, en la C/ Alonso Cano, 37, 28003 Madrid, en un local pequeño pero bien aprovechado.
Los hermanos Riccardo y Vittorio Figurato abandonaron una prometedora carrera en el mundo del marketing para ponerse al frente de este establecimiento en el que dar a conocer la pizza napolitana genuina, pero con unas harinas más ligeras y unos ingredientes más novedosos.


Allí están ellos, al pie del cañón, amasando Riccardo las masas realizadas con una larga fermentación  de 36 horas y horneando en el horno eléctrico con piedra refractaria traído de Nápoles.


Tienen tres tipos de masa a elegir: la de harina tradicional, la integral y la de cinco cereales con avena y soja. 

El local es informal, con sillas como de colegio y mesas de madera. Cuando llamamos a reservar, por Messenger, nos comentaron que había dos turnos para la cena: uno más temprano, creo que a las 20:45 y otro a las 22:15. 


Tras pedir las pizzas, y mientras esperábamos, pedimos unos piccolinos o picoteo para ir abriendo boca. Los sirven con unos Tarallucci o rosquillas pequeñas de pan con un sabor picantillo muy agradable. 

Mortadela boloñesa
El sublime pecorino trufado














Las pizzas que nos zampamos fueron la de rúcola con coppa de DOP, parmesano rallado y tomatitos cherrie de la foto de arriba; la Rock n´Roll con mozzarella y, al salir del horno, panceta con aceite de albahaca:


La de Mortadela y pistachos con crema de ricotta y pesto con provola:


Y tras las pizzas blancas (sin tomate) llegó la Margherita con mozzarella de búfala:


Estaban muy ricas, con la masa esponjosa y no chiclosa, aunque creo que les faltaba un poco más de relleno a alguna y un poco más de queso.

De postre sólo pedimos un pastelito de pistachos que me llamó la atención desde su vitrina. También tienen canolli sicilianos y tiramisú.


El precio es ajustado, pues tomamos cervezas Peroni y yo pedí una copa de vino corso, con los entrantes y el postre y tocamos a 16 euros.


Si eres un enamorado de la pizza deberías acercarte a probarla...

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