Maracaibo: Un Hallazgo En Segovia


Mira que he tomado veces cañas en esta barra segoviana, pero no había surgido la ocasión de ir a comer, aunque llevaba tiempo queriendo ir...

Situada enfrenta de la estación de autobuses, en el Paseo Ezequiel González, 25, Segovia 40002, es una casa con solera en la que comer muy bien desde hace muchos años.

Óscar Hernando, hijo de Silvano y nombre al que alude el restaurante, es el chef que interpreta los clásicos segovianos, les da una vuelta de tuerca y recrea fabulosos platos alejados de los típicos-tópicos castellanos.


Aquí le tenéis, atendiendo personalmente a su fiel clientela a la que asesora y mima por igual.

Aunque teníamos ganas de comer su Arroz con pichón (ya iremos con mis queridos cuñados Antonio y Mª José), comenzamos con su Sinfonía de Setas silvestres con foie y trufa:


 Regamos la fantástica comida con vino de la tierra, de Valtiendas, que nos encanta.

Yo pedí unos delicados Canelones de pularda y gamba roja con salsa de pepitoria que estaban muy ricos, pese a que yo les hubiera metido un toque fresco de alguna hierba o brote. Mirad qué delicia:


Y Luis pidió un clásico de la casa, las Hamburguesas de lechazo, sus chuletillas y jugo asado que no defraudaron en absoluto:



El apartado de postres bien vale una visita, pues los dulceros buscamos que una buena comida esté rematada al nivel de los salados. La oferta es amplia.



Pedimos su helado de vino tinto de Valtiendas con gelatina de blanco y yogur de leche de oveja de Armuña y un Soufflé de chocolate Guanajá 70% de cacao (Vallrona) con sorbete de hierbabuena, que era un coulant preparado al instante que me convenció:


Después de charlar un rato con Oscar nos obsequió con NOE, un PX añejo exquisito.


El precio por persona: unos 60 euros que se pagan con satisfacción después de haber probado platos tan bien elaborados.

Volveremos!

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