Chirón En Valdemoro O El Estrella Michelin Con El Menú Más Económico De Madrid

 

Por fin conseguimos un viernes en común para poder ir a probar el menú ejecutivo de Chirón, C/ Alarcón, 27, 28341 Valdemoro (Madrid).

Estos menús ejecutivo están pensados para profesionales con tiempo limitado como de oficina de lunes a viernes que incluye tres platos de entrada, principal, postre y/o bebida por un precio muy competente y sin sacrificar el sabor y la calidad.

El restaurante estaba lleno un viernes y hay que aprovechar los días de diario para degustar este menú ejecutivo con raíces manchegas, creativo y con una estupenda relación calidad/precio.

En la planta alta de un edificio que pasa desapercibido, con decoración sosegada, nos acomodamos en una enorme mesa circular.

El salón principal es muy grande, pero con buena separación entre mesas. La vidriera del techo llama la atención.

Hay una bodega vista con muchas opciones de vinos de la tierra y tanto de España como del mundo.

Nosotros pedimos un MARINO,  garnacha tinto de viñedos entre de Cadalso de los Vidrios y San Martín de Valdeiglesias. 

Pedimos vermut artesano Zecchini de la zona de Valdemoro, matizado con naranja seca y soda de naranja (5 €),  para comenzar:

El restaurante cuenta con una estrella Michelin y dos Soles en la Guía Repsol. Iván Muñoz es el chef de este restaurante familiar con cocina de proximidad, tradicional y con raíces castelleno-manchegas.

El menú consta de un aperitivo de bienvenida que consistía en croqueta melosa de leche de oveja y jamón ibérico:

También nos pusieron unas cortezas de piel de bacalao sorprendentes con una especie de muselina de brandada de bacalao y unas olivas gordal rellenas de vermut:

Los aceites de oliva virgen extra con el pan artesano no podían faltar junto con la mantequilla artesana de la Comunidad de Madrid.

Empezamos con el Yogur de morcilla, delicado pero con muchísimo sabor:

Tenían un suplemento de arroz (14 €) con el arroz socarrat con vieira y all y oli que también probamos.

El primer plato fueron las lentejas morunas con pato y foie, de una suavidad y elegancia increíbles para un plato tan humilde.

El plato de pescado fue la caballa con puré de coloiflor y ajada (como la salsa gallega de pimentón y ajo):

La caballa no es de mis pescados favoritos, pero me sorprendió gratamente.

En el apartado de carnes se podía elegir entre carrillera ibérica con crema de boniato y chutney de boniato:

O el guiso tradicional de morro, pata y tripa de vaca a la madrileña, unos callos a la madrileña, vamos:

Todo estaba delicioso y elaborado con esmero.

El postre consistía en Tarta cremosa de queso al Cabrales y manchego. 

Las mignardises finales que probamos con el café estaban también espectaculares.

Una experiencia fabulosa. Comimos de maravilla, con exquisiteces de alta cocina pero a la vez con sencillez de cocina reconocible. Un servicio estupendo de gente joven y muy amable y sonriente (no siempre sonríen en los restaurantes de alta gama).

El precio del menú era de 39 € sin vino y nos subió la cuenta a unos 50 € con propina, precio súper sostenible para una estrella Michelin.

PD. Mi visita a los baños es imprescindible en todos los locales que visito. 

Lavarse las manos siempre antes y después de comer es inexcusable. Buenos jabones y crema de manos.

Comentarios