Este gran museo (Museum Narodowe w Warszawie) vio la luz en mayo de 1862 con el nombre de "Museo de Bellas Artes de Varsovia".
En 1916, al sumársele otras colecciones de otros museos, instituciones culturales y universitarias cambió su nombre por el actual.
La colección se desarrolló principalmente en las décadas de 1920-1930 con exposiciones de artes decorativas y con la inauguración de un nuevo edificio (en 1938).
El edificio sufrió muchos daños y expolios durante la Segunda Guerra Mundial, pero, gracias a la tenacidad del profesor Lorentz el gobierno polaco pudo recuperar obras incautadas por los alemanes.
La colección consta de más de 780.000 objetos repartidos en varias galerías permanentes.
La Galería Medieval que recorrimos al inicio de nuestra visita:
Una impresionante muestra de pintura, escultura, retablos...
Galería de Arte Antiguo,
Pintura Extranjera, Pintura Polaca...
En la Galería extranjera hay obras magníficas de los artistas Boticelli, Lucas Cranach el Viejo, Fabritius, Tintoretto, Rubens, Rembrandt...
No conocíamos la pintura autóctona, así que, nos dirigimos a contemplar obras maestras de pintores polacos.
Pudimos contemplar el lienzo de la enorme y famosa Batalla de Grunwald del pintor nacional Jan Matejko:
Y el famoso cuadro de Stańczyk y de Teodora Giebultowska, junto a su autorretrato:
Un descubrimiento la figura de Matejko:
El precioso cuadro de Aleksander Gierymski "Mujer judía vendiendo naranjas"
Preciosas obras que había visto en libros de arte o en otros formatos y que pude contemplar en directo.
Pavo real o Retrato de Zofia Borucińska de Zazimierz Jakimowick
Como este "Jardín extraño" de Józaf Mehoffer o "La muerte de Ellenai" de Jacek Malczewski:
Maravillosas esculturas y los cuadros de Olga Boznańska (En el invernadero de los naranjos)
O este "Retrato de Sofía Kirkov-Kiedroniowej" de la misma autora:
Los impresionantes cuadros de la artista Anna Bilińska, hija de un médico polaco afincado en Ucrania, con una vida terrible y una obra maravillosa. Retrato de una dama con binoculares:
La Odalisca de Franciszek Zmurko, de un realismo increíble:
No teníamos mucho tiempo y sólo pudimos visitar algunas de sus salas, pero nos pareció un museo encantador. Mirad el "Autorretrato" de Maria Wasilkovska-Nostitz qué hermosura:
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