Es un placer quedar a cenar un grupo de amigas/os que no se ven en meses y disfrutar de una cena maravillosa en todos los sentidos.
La compañía ya anunciaba una estupenda velada, pero además, los platos que comimos fueron una pasada.
El restaurante se ubica en la C/ Zorrilla, 9, Centro 28014 Madrid, detrás justo del Congreso de los Diputados.
Pedro Gallego está detrás de este proyecto tranquilo en el que todo el ruido lo hace su cocina.
Las menciones de esta casa de comidas en muchos sitios gastronómicos como la Guía Michelin, la guía Repsol, Metrópoli. Macarfi... hacen que la crítica se ponga de acuerdo y eso es muy buena señal.
Creo que se llama mortero por la sencillez de sus paredes de mortero. La decoración es austera: mesas desnudas con loza rústica, ventanas ficticias con persianas antiguas...
Su declaración de intenciones es clara: recetas con solera con técnicas de siempre como las brasas, el fuego lento, los escabeches...
Nada más sentarnos en la mesa comunal al fondo del local y pedir, nos trajeron un gazpacho de remolacha:
El pan de Segovia con aceite sabía a pan de pueblo:
Empezamos por dos clásicos de la casa: la ensaladilla rusa con atún rojo y piparra (17 €)
Y el Torrezno con patatas "meneás" de Salamanca y majado de pimentón (15 €):
Al oírnos mencionar Segovia, nos dijeron que el jefe de cocina era de Cantimpalos, así que, se acercó a saludarnos y nos invitaron a una Presa ibérica semicurada con migas de pastor y queso viejo que estaban para cuperse los dedos. ¡Vaya detallazo!
No podíamos dejar de pedir algún escabeche, así que pedimos las Ostras en escabeche con alegrías riojanas (5 €/ud), que picaban con alegría:
La Pularda en escabeche sobre cogollo a la brasa y nueces (6 €/ud) nos pareció delicadísima:
Y el Atún rojo en escabeche con cebolleta ahumada y tirabeques (9 €/ud) estaba para tirar cohetes:
Aunque era cena, me apeteció probar el Arroz de Pato con espárragos trigueros, queso payoyo cremoso y pieles crujientes (24 €)
Estaba espectacular. Sabor a un fondo potente con arroz en su punto y el contraste de los espárragos.
También probé los Chipirones a la brasa con verduritas asadas y alioli negro (24€) con el cuerpo del chipirón a la brasa y las patas crujientes:
Y pidieron el Lomo bajo de vaca vieja con chimichurri que son 400 g de carne madurada 30 días (29€)
En pescados pidieron el Rodaballo a la brasa con patatas panaderas y bilbaína (29 €)
Con un vino D.O Manchuela (Cuenca) de maridaje, Vendimia Infinita, la cena fue deliciosa.
En los postres Nurienka que ya conocía el sitio, nos recomendó el Flan de leche tostada al aceite de oliva AOVE (7,5 €). De delirio.
Y la Torrija caramelizda con mermelada de manzana y helado de galleta (8€)
Salió Ángel Palomo y nos despedimos tras una charla de amigos comunes (Goyo de la Portada en la conversación).
Un placer de noche con una comida fantástica (a 50 €/ps). Muy recomendable.
Comentarios
Publicar un comentario