En Singapur, a los pies de Marina Bay, se ubica esta magnífica megaestructura de vidrio en la que se pueden ver reunidas las flores y plantas del mundo bajo un mismo techo.
Wilkinson Eyre fueron los arquitectos ganadores del concurso en 2006 y la inauguración de los jardines exteriores e interiores tuvo lugar en 2012.
Ya el edificio por sí mismo merece la visita y el pago de la entrada (21 € sólo este edificio) pues es una obra maestra de la arquitectura, la ingeniería y del diseño sostenible.
El techo está formado por unas 6000 piezas de vidrio de doble acristalamiento que permite la entrada de un 66% de la luz y del 33 % de la energía exterior y el hecho de no tener columnas asegura que no se produzcan sombras sobre las plantas y se aproveche mejor la luz solar.
Gracias a la tecnología de refrigeración (aquí ocurre lo contrario que en otros invernaderos, en lugar de "calentar" es preciso enfriar el ambiente de la temperatura tropical) se consigue una estimulación de la floración más frecuente.
Parecen rocas, pero son plantas:
Hay varias zonas en este espectacular invernadero:
Puedes recrearte viendo plantas y flores nunca vistas en tu hábitat normal (en nuestro caso el bosque mediterráneo).
Se tardaron únicamente cinco años en construir este bellísimo invernadero.
Se consiguió que los olivos acostumbrados a otros ecosistemas se adaptaran al trópico:
Y se integró el árbol más grande del mundo, el Baobab africano, cuyo tronco puede almacenar miles de litros de agua como reserva para la estación seca y puede llegar a vivir hasta 5000 años.
Hay otras muchas especies de árboles y flores: ágaves, araucarias, el árbol de la botella, cactus o suculentas...
Una auténtica belleza en la que permanecer un mínimo de dos horas de tranquila contemplación.
Comentarios
Publicar un comentario