Ya sabéis mi devoción por la tortilla de patatas. Sólo le pido unas básicos, para mí, imprescindibles, a saber: poco cuajada, patatas bien pochadas, huevos generosos de primera calidad y que no esté fría.
No me gusta la tortilla mazacote, ni seca, ni fría. Por eso, agradezco enormemente cuidar esos detalles y llevarte a la gloria, como hacen en Colósimo.
Este local en la madrileña C/Ortega Y Gasset, 67, 28006 Madrid, en pleno barrio de Salamanca, es un descubrimiento que nos sopló nuestro hijo Nacho.
Es un restaurante no muy grande, pero tiene una buena barra con asientos muy cómodos y una terraza grande en la calle.
Nos recibió su dueño con los brazos abiertos y una sonrisa enorme. Dese luego, la atención y el servicio es de primera, otro punto más a su favor.
Pasamos a las 20:00 h y queríamos probar su célebre tortilla de patatas y las croquetas.
Pedimos dos pinchos con una cerveza (nos pusieron una tapa de salchichón en tacos) en la barra y disfrutamos de, según dicen, una de las DIEZ mejores tortillas de patata de Madrid. Doy fe.
Estaba jugosa sin supurar huevo, patata bien pochada y templada. Con intenso sabor a cebolla. Justo como a mí me gusta. Me recuerda un poco a la de Cañadío. El precio, además, es imbatible: 3,5 €.
No podíamos irnos de allí sin catar sus Croquetas de puchero, pedimos cuatro y el punto de cremosidad de la bechamel nos pareció increíble. Estaban deliciosísimas:
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