El Peine de los Vientos es un conjunto escultórico de Eduardo Chillida que se encuentra al final de la playa de Ondarreta en San Sebastián.
A pesar de que Chillida (San Sebastián, 1924-Ibídem 2002) comenzó en 1952 su serie de esculturas Peine del Viento, no fue hasta 1977 cuando se construyeron las de la playa de Ondarreta. Se trata de tres esculturas y la más emblemática, quizás, sea la número XV.
Veinticinco años de estudio, experimentación con distintas formas y materiales, desde plata, madera, acero inoxidable y granito, confluyeron en las piezas colocadas en un lugar mágico para Eduardo Chillida.
"Este lugar es el origen de todo. Él es el verdadero autor de la obra. Lo único que hice fue descubrirlo. El viento, el mar, la roca, todos ellos intervienen de manera determinante. Es imposible hacer una obra como ésta sin tener en cuenta el entorno. Es una obra que he hecho yo y que no he hecho yo".
El sitio donde se ubican había sido concebido para construir un aparcamiento. Pese a las presiones recibidas, el alcalde Lasa se inclinó a favor del proyecto artístico de Chillida y compensó a los objetores con la colocación de nuevas fuentes en la ciudad.
La serie Peine del Viento no finalizó con la instalación de las tres esculturas en la playa pues Chillida realizó hasta Estudio Peine del Viento XX (1999).
La fundición Patricio Etcheverría de Guipúzcoa fue la elegida para la realización de las tres piezas de acero Cor-ten. Cada una tiene una masa de 10 toneladas y más de 2 m de altura y anchura. Las conforman cuatro barras gruesas de sección cuadrada emergiendo de un tronco común en la roca.
El acero (aleación de hiero y carbono con adición de otros metales en pequeña cantidad) es patinable, es decir, posee una pátina adherida a su superficie que le confiere una protección frente a la corrosión de los agentes atmosféricos.
El acero Cor-ten usado en las esculturas de Chillida le confiere resistencia a la corrosión atmosférica (Cor de corrosión) y la tenacidad (ten) necesaria que pretendía aumentar las propieaddes mecánicas del acero al carbono tradicional.
De otros metales añadidos a la aleación, como el cobre (Cu), cromo (Cr) y níquel (Ni), deriva el característico color anaranjado-rojizo de las piezas. Si la oxidación es fuerte, el color del acero se torna más marrón.
Nosotros hacemos escapadas a San Sebastián en cuanto podemos pues, probablemente, sea la ciudad más bonita de España. Me encanta caminar por el paseo haciendo la bahía entera: salir desde el ayuntamiento, pasear por la playa de La Concha, pasar Miramar y llegar hasta el Peine de los Vientos en Ondarreta.
Allí te puedes abandonar a todas las sensaciones que te brindan tus sentidos: la maravillosa vista de las esculturas con el mar, el sonido del viento y de las olas chocando contra las rocas, el olor a la brisa y al mar... Una pasada de lugar: mágico e inigualable.
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